A la segunda fue la vencida. La Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) aprobó anoche modificar sus estatutos para dar a la Generalitat representación y voto en la institución cultural. A partir de ahora, y a falta de que lo acepte el Consell, el presidente de honor de la RACV deja de ser el presidente de la Diputación de Valencia, como lo venía siendo desde su fundación en 1915, para ser el presidente de la Generalitat. Con esta decisión, aprobada en la junta general extraordinaria por 20 votos a favor, 3 en contra y 2 en blanco, la Real Acadèmia deja de tener ámbito provincial y pasa a tener ámbito autonómico.

El cambio se produce solo dos meses y medio después de que los críticos con el actual decano, Federico Martínez Roda, rechazaran la propuesta ya aprobada una semana antes para modificar los estatutos de la entidad y dar a la Generalitat representación y voto en la institución cultural. Ahora, uno de los culebrones que agitan la vida de la RACV llega a su fin: la Real Acadèmia es ya una entidad autonómica.

Esta reforma institucional se produce en un momento convulso para la RACV, que inició hace nueve meses un histórico camino junto a la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) para sellar la paz lingüística y propiciar la «cooperación efectiva» entre las dos entidades «desde el respeto al ordenamiento jurídico valenciano». Además, se logra que los académicos institucionales con voto en las reuniones de la RACV pasaran de 6 a 3: el presidente de la Generalitat, el presidente de la diputación y el alcalde de Valencia.

El nuevo artículo 6 de los estatutos precisa: «Estos tres académicos de honor podrán designar a las personas a quienes corresponda de ordinario su sustitución, dichos sustitutos tienen voz pero no voto». Este es un aspecto importante, debido a la igualdad de fuerzas que se demostró en la votación para pactar el acercamiento a la AVL.

La modificación estatutaria aprobada anoche incluye a la Generalitat como parte de la propia RACV y también incorpora la nueva configuración de la entidad como Corporación de Derecho Público de la Comunitat Valenciana, una vez inscrita como Academia en el Registro de Academias de acuerdo a la Ley 7/2014 de la Generalitat.

Necesidad de subvenciones

La directiva de la RACV justifica el cambio como una adaptación a la realidad autonómica y a la propia reforma estatutaria de la Real Acadèmia en 2001. Entonces se fijó en la introducción de los estatutos que se aconsejaba «la futura adecuación de las entidades públicas a la nueva realidad autonómica». Es decir, que la RACV quedara bajo los auspicios de la Generalitat. Así ha ocurrido ahora después de que se frustrara en el primer intento por la oposición interna a Federico Martínez Roda.

En el trasfondo hay otra razón de peso: la mala situación económica de la RACV la obliga a conseguir subvenciones públicas que han ido en retroceso tras el cambio político producido en mayo de 2015 tanto en el Ayuntamiento de Valencia como en la diputación y la Generalitat. Como publicó esta semana Levante-EMV, el camino para conseguir más ayudas del Consell pasaba por convertirse en una entidad autonómica.

La asfixia económica reconocida por el propio decano en una carta dirigida a los socios obliga a la entidad a realizar despidos. La institución asegura que si no cambian los ingresos se verán obligados a reducir su plantilla a la mitad: de los 6 trabajadores actuales a tener solo 3 en junio. Un empleado, de hecho, ya ha anunciado que se desvinculará tras ver las perspectivas negras que se ciernen en el horizonte. Con esta modificación de estatutos, ta vez se allane el camino para lograr más ayudas de la Generalitat que den un balón de oxígeno económico a la centenaria institución.