La Policía Científica investiga si la brutal sucesión de explosiones y el incendio posterior que arrasó cuatro empresas en Paterna, afectó a tres más y obligó al desalojo de 5.000 trabajadores del polígono Fuente del Jarro el pasado miércoles tuvo su origen en un error humano. Los investigadores están convencidos de que la deflagración inicial tuvo su origen en una reacción química a partir del MEK o butanona, el compuesto orgánico -un derivado de la acetona- que manipulaba el único trabajador herido.

Tal como publicó ayer en exclusiva Levante-EMV, el operario estaba llenando contenedores con MEK desde un camión cisterna. Ese día, debía llenar 13 tanques que había recogido del área de la empresa donde se almacenan los que ya han sido lavados por una empresa externa. El lavado es una de las medidas básicas de seguridad, dado que Indukern manipula compuestos orgánicos -MEK (metiletilcetona), entre otros-, pero también inorgánicos, tanto ácidos -nítrico, clorhídrico o sulfúrico-, como bases -hipoclorito o sosa-.

La metiletilcetona es una sustancia estable siempre y cuando no entre en contacto on oxidantes fuertes y ácidos inorgánicos, compuestos éstos últimos que la empresa guarda en los mismos contenedores para almacenarlos en la zona de llenado.

De momento, se sabe que la firma siniestrada clasifica los contenedores en tres tipos: los llenos -con compuestos orgánicos o inorgánicos-, los lavados -han contenido cualquiera de las sustancias anteriores, pero han pasado por una descontaminación profunda que realiza una empresa contratada por Indukern, por lo que pueden volver a contener indistintamente orgánicos o inorgánicos- y los sucios, que contienen únicamente restos de inorgánicos, ya que llenados de nuevo con esa misma formulación no hay riesgo de reacción.

Las tesis que se manejan ahora son dos. La primera es que uno de los sucios fue colocado por error en el área destinada a los lavados, por lo que el operario lo cogió junto con los demás en la creencia de que estaba descontaminado, pero no era así, por lo que en cuanto empezó a entrar la butanona desde la manguera al depósito se produjo la primera llamarada al reaccionar con el ácido.

La segunda es que el contenedor estuviese mal lavado, lo que metería en la ecuación de la supuesta responsabilidad a la contrata encargada de esa labor.

Existe una tercera posibilidad, prácticamente rechazada, de que una chispa originada por electricidad estática del camión inflamase la metiletilcetona. El vehículo, estaba a casi 50 metros de distancia, lo que hace casi imposible que la ignición se produjese, precisamente, en el contenedor y no en un punto más cercano a la cisterna.

Controlado 50 horas después

El informe pericial de la Policía Científica será, por tanto, determinante para conocer qué sucedió y cuál fue el origen exacto del devastador incendio, que fue dado por controlado ayer a las 11.35 horas, tras consumir durante dos días cuatro de las empresas afectadas: Indukern, de productos químicos y donde se originó el incendio; Gourmet, de productos cárnicos; Arppe, de complementos para mascotas; y Caselli, de productos de limpieza.

Pese a que los bomberos dieron por controlado el fuego, unos 250 trabajadores, entre directos e indirectos, de las empresas situadas en la manzana acordonada como medida de seguridad, seguían ayer sin poder volver a sus trabajos. De hecho, los operarios de las cuatro naves industriales completamente arrasadas por las llamas no confían en volver a recuperar sus puestos de trabajo hasta pasado un largo periodo de tiempo.

Por su parte, la Asociación de Empresarios de Fuente del Jarro (Asivalco) ha acordado solicitar ayudas al Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), dependiente de la Generalitat, y a la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), para los afectados. El gerente de Asivalco, Joaquín Ballester, ha convocado una reunión de afectados el próximo miércoles para coordinar en lo posible las reclamaciones de daños por paralización de actividad.

Mientras, la Policía Nacional y la Policía Local de Paterna reforzó el servicio de documentación y de justificantes para atender a los afectados que perdieron toda su documentación en las taquillas y vestuarios de sus naves. Más de un centenar de personas han tenido que tramitar de nuevo sus DNI.