Los dos máximos responsables del Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, que gestiona la investigación biomédica del Hospital Clínico Universitario de València y su Departamento de Salud, han presentado su dimisión, según confirmaron ayer fuentes oficiales del centro.

Rafael Carmena, director general, y Josep Redón, director científico, han entregado ya la carta por la que renuncian a los cargos de responsabilidad que ocupaban desde hace cinco y ocho años, respectivamente. El viernes firmaron la carta de dimisión y el lunes la entregaron en la Conselleria de Sanidad, según ha podido averiguar este periódico.

El motivo principal de la renuncia es que no han conseguido que la Generalitat permita (con la aquiescencia del Gobierno) renovar el contrato temporal de una investigadora que llevaba siete años encadenando becas y contratos temporales. Su deseo era estabilizarla en la plantilla para asegurar este valor científico e impedir su marcha. Pero no lo han conseguido porque, según fuentes del Incliva, la normativa impide que los contratos temporales del sector público se conviertan en permanentes, so pena de incurrir en responsabilidad contable.

En la misma situación que esta investigadora se encuentran «varios investigadores más» que podrían seguir su mismo camino en el corto plazo. Y esta circunstancia, que afecta a los equipos de investigación y al futuro del centro, ha acabado por desanimar a los dos responsables de la institución.

«Ni siquiera al Incliva se le permitía pagar el contrato con sus fondos o con los fondos generados por sus proyectos. Y no se ha querido hacer una excepción científica a este escenario marcado por el Gobierno y aceptado por la Generalitat», según lamentan fuentes oficiales de este instituto de investigación.

El Incliva tiene unas 190 personas contratadas y un total de 400 investigadores que trabajan en sus 39 equipos de investigación. Es uno de los puntales científicos de la Comunitat Valenciana. Ahora queda descabezado.

Las dos dimisiones presentadas todavía no se han materializado. El patronato que dirige la fundación del Incliva debe aceptar las renuncias. Luego, la junta de gobierno tiene que proponer sus nuevos candidatos al patronato para que este, a su vez, formalice los nombramientos.

Riesgo de marchas

La renovación frustrada que ha motivado la salida del director general y el director científico del Incliva es la de una investigadora encuadrada en el Grupo de Investigación en Inflamación, según fuentes del centro. Por su trayectoria de excelencia, aspiraba a tener un grupo de investigación propio. Finalmente, se le ha hecho un contrato por obra y servicio con cargo a un proyecto de investigación. «Pero de este modo corremos el riesgo de que se marche. Tanto ella como los que vienen detrás, que ven las posibilidades mermadas para estabilizar su carrera en el instituto», advierten fuentes oficiales del Incliva.