La sombra de la manipulación que marcó la antigua Radiotelevisió Valenciana (RTVV) es tan alargada que todas las alarmas saltan cuando algo chirría. Como el artículo 20 del nuevo mandato marco aprobado por las Corts el pasado 2 de febrero, que establece que «la participación de los grupos políticos y sociales significativos y, en concreto, los partidos políticos con representación parlamentaria, en la programación de la corporación, será regulado por el consejo rector, que fijará formatos, tiempos y horarios para su ejercicio».

Es decir, que la cuota de pantalla que ocupará cada formación política del arco parlamentario (de las que no han conseguido representación institucional no se habla en particular) recaerá en última instancia en el consejo rector, eso sí, «siempre de acuerdo con los criterios informativos determinados por profesionales de la información», según apostilla el articulado aprobado por el parlamento valenciano.

El mandato marco es el documento normativo que determina las líneas principales en las que se debe basar el desarrollo del sistema público audiovisual valenciano. Se aprobó por unanimidad en las Corts después de recoger enmiendas de las formaciones. El PP propuso la eliminación de las referencias a ámbitos lingüísticos comunes y Ciudadanos que se favoreciera el trilingüismo, entre otras proposiciones.

El temor a bloques electorales

Nadie reparó en este punto 20 del mandato que, sin embargo, ha inquietado al sector informativo. La Unió de Periodistes Valencians alerta de que «el aceso a los medios públicos de colectivos sociales y políticos es fundamental para garantizar el derecho a la información de los valencianos, la pluralidad informativa y la libertad de expresión de esos grupos». En este sentido, la organización profesional entiende que el texto es «una intromisión en el derecho a la información, ya que la gestión de la información se tiene que dejar en manos de las personas responsables y profesionales de los informativos, que al mismo tiempo estarán supervisados por el consejo de redacción».

Apunta además que «los criterios para que aparezcan los partidos tienen que estar basados en la pluralidad informativa y en los valores noticiables. Es decir, en el interés general, que muchas veces no comulga con la representación parlamentaria ni sus intereses».

Los profesionales de la información entienden que, tal como está redactado este punto, se puede dar pie a que se creen una especie de bloques electorales permanentes durante todo el año, no solo en los periodos electorales, en los espacios informativos.

De esta manera, la organización propone o bien suprimir cualquier referencia en el texto a los partidos con representación parlamentaria o bien modificar su contenido, recogiendo que «el derecho de acceso, entendido como participación de los grupos políticos y sociales significativos, y en concreto de los partidos políticos con representación parlamentaria, será regulado en exclusiva de acuerdo con los criterios informativos de los profesionales de la información».