Virgo es un interferómetro láser gigante. Las ondas gravitatorias viajan a través del espacio-tiempo, deformándolo con pequeños «terremotos espaciotemporales». Al cruzar Virgo, sus dos brazos de 3 km se estiran sólo por una billonésima de billonésima de metro, es decir, menos de una milésima del diámetro de un protón. Es como medir la distancia de la Tierra al Sol con una precisión inferior a un núcleo atómico. Un efecto muy pequeño que prueba un evento astrofísico violento a millones de años luz de nosotros.