La renovación del Consell Jurídic Consultiu (CJC) podría desbloquearse definitivamente en las próximas semanas después de que ayer el portavoz de Ciudadanos, Alexis Marí, anunciara un movimiento que podría desatascar el conflicto. Marí indicó que está dispuesto a votar a los tres candidatos, incluido al propuesto por Podemos, Rubén Martínez Dalmau, y al del PP, Enrique Fliquete, aunque el PP mantenga el veto al candidato de Podemos. De esta manera, y siempre y cuando el PSPV haga lo mismo, los tres representantes que faltan por renovar (los que acuerdan las Corts) saldrían elegidos ya que se garantizaría la mayoría de tres quintos que se necesitan.

El PP acogió ayer de forma positiva el gesto de Ciudadanos, aunque se reafirman en que no votaran al candidato de Podemos. Los populares de Bonig pidieron incluso una comisión de investigación contra Martínez Dalmau, uno de los creadores del Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) por sus supuesta vinculaciones con el chavismo.

Ciudadanos se ha resistido a dar su apoyo a este candidato e incluso valoró llegar a un acuerdo con el tripartito para quedarse con el puesto del PP. Al final, la exclusión de los populares resultaba poco digerible en términos políticos y el grupo (también dividido respecto a su propio candidato) ha decido dar un paso. Eso sí, no habrá acuerdo si el PP no vota al candidato oficial de Ciudadanos, José María Tomas y Tío. El juez no es del agrado del PPCV, pero su presidenta Isabel Bonig deslizó ayer que no lo vetará.

Aunque todavía los grupos deben sentarse a cerrar los términos del acuerdo, el pleno para renovar el Jurídic podría celebrarse el ocho de marzo. Una vez renovado, la constitucionalista Margarita Soler será elegida presidenta.