La nube de polvo sahariano en suspensión que desde ayer enturbia el cielo de toda la Comunitat Valenciana, fundamentalmente de Valencia y Alicante, ha generado hoy un curioso fenómeno que se repite de tanto en tanto: la llamada lluvia de sangre.

Esta 'lluvia de sangre' no es otra cosa que lo que habitualmente llamamos lluvia de barro. La diferencia estriba en que, en función de cuál sea la procedencia de las particulas de polvo en suspensión, su color será más rojizo o menos. En este caso, al tratarse de partículas arrastradas en altura desde el desierto del Sáhara, y dada la tonalidad rojiza y de ocres que desde ayer se divisan en el cielo, es muy posible que las escasas precipitaciones que se prevén para esta mañana dejen tras de sí una película de tonos rojizos allá donde caigan.

La nube de polvo sobre la Comunitat Valenciana es consecuencia de las bajas presiones existentes sobre la zona noroccidental de África. El viento que arrastran desde el sur trae consigo una gran cantidad de partículas en suspensión procedentes del desierto del Sáhara, lo que emborrona notablemente el cielo. La franja de polvo africano se mueve de este a oeste.

Antiguamente se pensaba que la 'sangre' que caía del cielo era real y que no era sino una señal de que se avecinaban grandes y extraordinarias catástrofes. La primera vez que este fenómeno se documentó fue en el siglo VIII a. C., ya que aparece recogido en la "Iliada" de Homero.

La probabilidad de que se produzca hoy la 'lluvia de sangre' (el tono rojizo podría variar en función también de los microorganismos que viajen con ese polvo en suspensión procedente del desierto africano) es elevada, puesto que en la ciudad de València hay un 90 % de posibilidades de que se produzcan precipitaciones a lo largo de la mañana, concretamente hasta pasado el mediodía. Para esas horas, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) espera cielos "muy nubosos con lluvia escasa" que haría acto de presencia sobre todo en las primeras horas y en las últimas de la mañana.

Posteriormente, en torno a las dos de la tarde, el cielo comenzará a despejarse y se alejará la posibilidad de lluvia (quedará apenas en un 30 %) para quedar completamente raso hasta última hora de la tarde, cuando podrían empezar a crecer de nuevo las nubes, aunque no es probable que dejen lluvia.

En el resto de la provincia de Valencia, la Aemet espera "precipitaciones débiles y dispersas, acompañadas de barro" e intensas "calimas", sobre todo de sur a norte. Las temperaturas irán en "ascenso" a lo largo de toda la jornada.

Para mañana viernes, se prevé que cambie el viento y que entre por el noroeste, lo que limpiará los cielos de la calima que los enturbia desde el miércoles a primera hora.