El fiscal del caso Nóos, Pedro Horrach, propondrá que la Fiscalía del Supremo recurra la sentencia del caso Nóos por considerar que los procesados valencianos fueron responsables, al igual que los de Baleares, de un delito de malversación. El exvicealcalde de València, Alfonso Grau; el exsecretario de Turismo de la Generalitat Luis Lobón, los exdirectores de la Ciudad de las Artes (Cacsa) José Manuel Aguilar y Jorge Vela, y la que fue responsable jurídica de la entidad, Elisa Maldonado, fueron absueltos.

Sin embargo, Horrach considera que hay indicios de malversación, algo que la sala desestimó al entender que fue plenamente justificado el precio de los tres foros que organizó el Instituto Nóos en València por 3,5 millones como los dos celebrados en Baleares por 2,1 millones. La malversación lleva aparejada una pena de cárcel de entre 4 y 8 años.

El fiscal dno tiene competencias para interponer recurso de casación ni para decidir los motivos por los que se presenta, por lo que elaborará un informe para proponer a la Fiscalía del Supremo la interposición del recurso y detallará por qué considera que la sentencia debe modificarse.

Horrach basará su propuesta en dos ejes: «El hecho de que la sala no haya declarado probado el delito de malversación y que no haya declarado probadas determinadas falsedades tanto en documento público como en documento mercantil».

Considera que en ambas comunidades se da malversación y sobre las absoluciones de la rama valenciana indicó que la Ciudad de las Artes y las Ciencias de València (Cacsa) se debió someter a la normativa de contratación pública en negocios con terceros, algo que no contempla la sentencia reciente.

En cuanto a la falsedad, el representante del ministerio público considera que los documentos que él cuestiona formaron parte de un procedimiento administrativo y por tanto surtieron efectos en el mismo.

En el caso de que la Fiscalía del Supremo presente un recurso sobre la sentencia del caso Nóos, la Generalitat Valenciana se sumará a este recurso para poder recuperar el dinero pagado al Instituto Nóos de Iñaki Urdangarin, 3,6 millones de euros, por la organización de las tres ediciones del Valencia Summit y las gestiones para organizar los Juegos Europeos, que no llegaron a celebrarse pero que sí se cobraron a través de varias facturas.