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Los hoteles extreman la vigilancia ante los bufetes que intentan chantajearlos

Una británica se cuela de madrugada en zonas restringidas de una docena de establecimientos de Benidorm para denunciar deficiencias de seguridad

Los hoteles extreman la vigilancia ante los bufetes que intentan chantajearlos

Tras la oleada de falsas reclamaciones por intoxicaciones alimentarias que los bufetes buitre de abogados británicos desplegaron la pasada temporada en las principales zonas turísticas de todo el país, los hoteles de la Costa Blanca podrían estar siendo víctima, ahora mismo, de otro nuevo método de chantaje en busca de indemnizaciones millonarias. En esta ocasión, alegando situaciones de riesgo y deficiencias en las medidas de seguridad de sus instalaciones, sin ningún tipo de base real ni técnica que las avale.

La alarma saltó a principios de esta misma semana. La sede de la patronal hotelera Hosbec recibió la visita de una mujer que, asegurando ser ingeniera de gas en Reino Unido, mostraba un dosier que decía haber elaborado ella misma y que, a su juicio, destaparía numerosos ejemplos de que los hoteles alicantinos ponen a diario en peligro a todos sus huéspedes. Para sorpresa de la asociación de hoteleros, la británica aportaba fotografías y vídeos que había obtenido en las instalaciones de diversos establecimientos, aunque en ningún caso reflejaban datos que pudieran demostrar sus acusaciones. Un escalón roto, una salida de humos, una puerta a la que le falta una manivela, una caldera en funcionamiento o una terraza sin barrer son algunos de los elementos que conforma esta particular galería.

El modus operandi

A partir de ahí, Hosbec comienza su propias indagaciones. Y las mismas arrojan una serie de datos que hacen a los empresarios temerse lo peor. La británica visitó en las últimas semanas una docena de hoteles de Benidorm y Alicante, en su mayoría de cuatro estrellas y algunos de ellos recién reformados, en los que se hacía pasar por una turista al uso. Se hospedó cada noche en un hotel distinto. De madrugada, aprovechando el escaso trasiego de turistas y empleados, salía de su habitación y se colaba en todas las zonas de paso reservado únicamente a personal del hotel, donde escrutaba hasta el último rincón en busca de alguna prueba que, más tarde, pudiera esgrimir contra el propio establecimiento.

Tras su supuesta investigación, acudió con este dosier a las oficinas de Turismo de Benidorm y, al ver que sus acusaciones no surtían efecto, se desplazó hasta la sede de Hosbec. En ambos lugares llegó a pedir el cierre de todos los establecimientos hoteleros de la ciudad «para evitar miles de muertes» o a amenazar a sus empleados afirmando que «la sangre de los que van a morir caerá» sobre sus conciencias.

Tras estos hechos, se dirigió hasta uno de los establecimientos que había sido víctima de su periplo, un gran hotel de Benidorm que ha sido remodelado completamente hace menos de un año, y se postró en la puerta para intentar impedir con cierto escándalo la entrada al resto de clientes. Hasta que acabó siendo detenida por la Policía Nacional. Pasó la noche en los calabozos, antes de ser puesta a disposición judicial y condenada al pago de una multa. Ahora mismo, se desconoce su paradero.

Las sospechas

A la vez que realizaba este supuesto estudio sobre la seguridad de distintos hoteles, la mujer colgó comentarios muy negativos sobre los alojamientos que visitaba en distintos portales turísticos online donde los usuarios opinan sin necesidad de identificarse. Este hecho, unido a todo lo anterior, acrecentó las sospechas de los hoteleros a lo que pueda haber detrás.

Fuentes de la patronal explicaron que barajan tres posibles teorías. Una, que la británica fuera presa de un arrebato de locura; una hipótesis con poca base, dado el elevado coste del alojamiento en los hoteles que visitó y su rebuscada forma de actuar. Dos, que no actuara sola y tenga detrás a uno de los bufetes piratas británicos, que podría estar preparando nuevos chantajes. Tres, que forme parte de la estrategia de algún touroperador «poco serio» para cancelar contratos con establecimientos de la Costa Blanca.

Sea la que fuere, los empresarios hoteleros de Benidorm consideran estos hechos un nuevo ataque a la industria turística, mediante prácticas que calificaron de «absolutamente mafiosas y sin ningún escrúpulo». «Los hoteles pasan inspecciones casi a diario: de seguridad, de salud, de Sanidad, de Hacienda, de Trabajo,... y de los propios touroperadores», destacan fuentes de Hosbec, que niegan las supuestas deficiencias recopiladas por esta británica.

Igualmente, lamentan el daño a la imagen de la ciudad que se podría generar, simplemente, si un tabloide británico diera algo de credibilidad al testimonio de esta presunta ingeniera. Y, además, tienen claro que detrás de todo ello «hay algún tipo de interés económico» contra el sector.

Por eso, la patronal ya ha tomado cartas en el asunto. Para empezar ha alertado de esta práctica a todos sus asociados y a agrupaciones de otras zonas turísticas del país con altos cupos de turismo británico para que extremen el control en sus instalaciones.

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