El polémico autobús de HazteOir que exhibe mensajes en contra de la transexualidad no pudo llegar ayer a València, como tenía previsto, al ser inmovilizado en un aparcamiento de Coslada (Madrid) por orden de la Fiscalía Provincial de la capital. Sin embargo, su estela se dejó notar en la Comunitat Valenciana con un torbellino de declaraciones políticas contundentes, dos denuncias del PSPV y Esquerra Unida ante la Fiscalía, y una nutrida manifestación ciudadana frente a las Corts en defensa de los derechos de las personas transexuales y en contra de que el autobús de la organización católica circule por València con sus mensajes impresos en la carrocería.

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El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró que el autobús de la organización HazteOir «excita lo peor de lo peor del ser humano, la discriminación y la falta de respeto a la dignidad de las personas». Por ello, manifestó ante los periodistas, ese autobús «no es bienvenido» a la Comunitat Valenciana y «en la medida en que la legalidad lo permita» evitarán que el autobús llegue.

Desde el Consell que él preside, el director general de Igualdad en la Diversidad, José de Lamo, considera que el autobús «va en contra de terminar con la discriminación» que sufren las personas transexuales y reafirmó el compromiso del Consell con los «derechos de las personas 'trans'» e instó a la sociedad a «posicionarse de manera clara» al lado de este colectivo y de la «lucha contra la discriminación que sufren». Las Corts, precisamente, están tramitando el proyecto de ley de la Generalitat que regula y amplía derechos para las personas transexuales. Es el proyecto que motivó el mayor enfrentamiento entre la jerarquía católica valenciana y el gobierno autonómico de PSPV y Compromís.

Por contra, Isabel Bonig, líder de la oposición en las Corts, se posicionó en contra de la medida de inmovilizar el autobús. La presidenta del PP de la Comunitat Valenciana reclamó «libertad» para que el autobús pueda circular por España, así como «respeto a todas las posiciones». Bonig se mostró favorable a esperar a ver qué decide la justicia sobre este autobús, que tenía previsto viajar ayer a Valencia pero sobre el que ahora hay abierta una investigación urgente de la Fiscalía. «Hay que dejar libertad. En este país estamos muy acostumbrados a atacarnos unos a otros», destacó la dirigente popular, quien se mostró partidaria de que el autobús de HazteOír «viaje libremente» y exprese su punto de vista «con respeto, sin que se meta con nadie ni insulte a nadie».

En el otro extremo se manifestó el alcalde de València, Joan Ribó. Tal vez con las palabras más gruesas entre los representantes de primera fila. «Hemos manifestado nuestro rotundo rechazo a nivel político y humano a estos planteamientos porque nos parece que son absolutamente indignos de un estado democrático y del siglo XXI; los he comparado concretamente con el pasado, cuando había Inquisición en este país, o con otros territorios donde hay un estado confesional, como es el Daesh (Estado Islámico) o cosas de este tipo», dijo Ribó al término de un acto en Madrid. «No le vamos a permitir que entre. Nos parece absolutamente intolerable y un flashback al pasado que nosotros no queremos permitir en València», afirmó.

Posible querella de HazteOir

El portavoz de Compromís en las Corts atacó al PP por representar, a su juicio, «el posicionamiento más tránsfobo de la derecha española» y que sus enmiendas a la ley de transexualidad «solo sirven para provocar trastornos graves a las personas transexuales que en algunas ocasiones los han llevado al suicidio». HazteOir, por su parte, ha suspendido la campaña, recurrirá la medida y estudia querellarse.

«Atacarnos es decirnos que somos personas de segunda»

Una concentración convocada por el colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales Lambda reunió ayer a más de un centenar de personas ante las Corts en un acto de condena contra la «intolerable y vergonzosa» campaña de la organización HazteOir contra la transexualidad. Con eslóganes como «ninguna agresión sin respuesta», banderas LGTB y transexuales y pancartas con lemas como «Hagamos arcoiris contra la transfobia», miembros de colectivos como Lambda, Daniela o Perroflautas alzado la voz contra el polémico autobús inmovilizado.

«Todas las personas tendríamos que tener, como dice la Constitución, el mismo derecho al libre desarrollo de la personalidad, y esto es algo que con los mensajes que se están transmitiendo últimamente se está intentando coartar a personas menores trans», denunció el vocal de transexualidad de Lambda, Alec Casanova. «Atacarnos es decirnos que somos personas de segunda, que no nos merecemos los mismos derechos que los demás», dijo el representante, que criticó el apoyo de Isabel Bonig y la invitó a «repensar lo que está diciendo, porque está en las antípodas de lo que piensa la sociedad española». efe valència