La Ponencia Política del PPCV no solo es un ataque a la política educativa del Consell, sino también una defensa acérrima de la división provincial de la Comunitat Valenciana. Los ponentes no solo apuestan decididamente por las diputaciones, en pleno debate sobre su desaparición, sino que subrayan que Castelló, Alicante y València «tienen su propia idiosincrasia, su propia cultura, su propia historia y su propia identidad». Aunque, eso sí, « juntos somos más fuertes, más potentes y podemos conseguir más objetivos y más metas».

Uno de estos objetivos apuntados en el preámbulo de la ponencia tiene que ver con Cataluña. El norte de la provincia (sic) es la barrera de contención del nacionalismo catalán y por el sur, la provincia de Alicante, tiene su propia idiosincrasia que debe ser respetada e integrada en el todo que es la Comunitat Valenciana». «El PPCV -añaden seguidamente- considera que los habitantes de las tres provincias son valencianos de primera y no catalanes de segunda».

Para «vertebrar» la Comunitat Valenciana sin dejar de respetar la «singularidad» de las tres provincias, los populares no solo consideran fundamental la defensa de las «dos lenguas que nos identifican», sino también de ciertas infraestructuras. «Un popular alicantino siente como propio el ataque que sistemáticamente se ha realizado, por ejemplo, al Aeropuerto de Castellón. De igual modo que a un castellonense le ha dolido como propio el menosprecio de infraestructuras importantes en Valencia que otros se encargaron de demonizar por todo el territorio».