Los planes políticos para reconvertir la Agencia Valenciana de Turismo (AVT) en organismo autónomo de derecho público administrativo ha hecho saltar las alarmas en ámbitos sindicales y en la propia Generalitat ya que el proceso contempla la integración del personal , en su mayor parte temporales laborales, en la plantilla de funcionarios de la Administración. La vía prevista para que los trabajadores de la AVT pasen a ser plantilla de Generalitat ofrece, según las fuentes consultadas, serias dudas jurídicas, al tiempo que políticamente resulta inaceptable. El temor radica en que, en plena reconversión del sector público valenciano, otras firmas, integradas mayoritariamente por 'enchufados', es decir, personal que nunca pasó un proceso selectivo, quieran seguir este ejemplo. También existe preocupación por cómo puede reaccionar el personal interino de la Generalitat, ya que si el proceso previsto se lleva a caso, vendría a ser una puerta falsa de entrada.
El asunto, que Presidencia mira con preocupación, tiene su origen en la nueva ley de Turismo promovida desde la secretaría autonómica que pilota Francesc Colomer. El borrador de la norma recoge la reconversión de la actual entidad de derecho público Agencia Valenciana de Turismo en un nuevo organismo autónomo denominado Turisme Comunitat Valenciana. Este organismo, adscrito a la Generalitat con personalidad jurídica propia, asumiría las competencias de Turismo siguiendo el modelo del Servef con el empleo.
El problema tiene que ver con el futuro del personal que trabaja en la AVT. La ley recoge que el personal al servicio del nuevo organismo «será funcionario o laboral en los mismos términos y condiciones que las establecidas para la administración de la Generalitat». Y precisa que el personal funcionario se integraría en el nuevo organismo manteniendo su naturaleza funcionarial y sin merma de sus derechos; mientras que el laboral de la AVT haría lo propio. Y ahí radica la controversia. El personal funcionario, que es mínimo, no genera problemas; pero sí el laboral.
La AVT cuenta en total con unos 180 trabajadores. No hay datos concretos de cómo fue su acceso pero las fuentes consultadas apuntan que la mayoría es temporal que entro hace años sin pasar por ninguna prueba selectiva. De hecho, sólo hay registradas dos convocatorias de la AVT para cubrir puestos por oposición. Se convocaron en 2010 y 2011 y sólo afectaron a nueve plazas.
Las fuentes consultadas indican que la previsión de integrar el personal laboral (sin especificar si es fijo o temporal) en la Administración se topa con la ley de función pública, que sólo concibe funcionarios integrados en cuerpos. No hay cabida, se mantiene desde la FSP-UGT, para que se integre personal temporal procedente del sector público. De hecho, en estos momentos se está regularizando (vía oposiciones o cursos) al personal laboral que todavía convive con los funcionarios. «No hay base legal para que pueden integrarse y si lo hicieran, sería por la puerta falsa», indican desde la UGT.
