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Hasta el rabo todo es derecho animal

El apoyo del Congreso a prohibir amputaciones a los perros, sin excepciones, aflora un debate ya abierto en la C. Valenciana

Hasta el rabo todo es derecho animal

Hasta el rabo todo se ha de proteger en un perro. El Congreso de los Diputados ha aprobado la prohibición de amputar la cola o recortar las orejas a los perros. Ni por motivos estéticos ni, como quería exceptuar el PP, tampoco en cachorros de razas utilizadas para la caza. Cuando lo ratifique el Senado y se publique en el BOE, en ningún caso se permitirá una mutilación, técnicamente llamada caudectomía en el caso del rabo, que todavía abunda en la sociedad.

En la Comunitat Valenciana, la práctica fue ilegalizada por una ley autonómica de 2009 que entró en vigor en 2010 y que prohíbe «practicarles mutilaciones, excepto las realizadas por veterinarios, en casos de necesidad justificada. En ningún caso se considerará causa justificada la estética». Sin embargo, la medida todavía encuentra resistencias en la práctica.

Entre ellos, la federación de cazadores, que advierten de que si se aplica este acuerdo adoptado por el pleno del Congreso (impulsado por los ecologistas de Equo) causará «muchos perjuicios a los animales» involucrados en la caza mayor al dejarlos más indefensos en su enfrentamiento con los jabalíes.

El vicepresidente de la federación autonómica de caza, Raúl Cano, aplaude la iniciativa de suprimir las mutilaciones por razones estéticas: no tienen sentido hoy, comparte. Pero advierte que hay un «sentido funcional» en recortarle rabo y orejas a los perros cazadores. En resumen, que en el cuerpo a cuerpo con el jabalí, un rabo largo o unas orejas protuberantes constituyen un punto débil al que puede agarrarse el otro animal. También pueden sufrir heridas, por enganches, en zonas de vegetación dura. «Tendrían muchas más lesiones. No queremos que los perros sufran daños irreparables por eso», sostiene. Y apostilla que, «ante la sobrepoblación de jabalíes, los cazadores están saliendo muchos días por imperativo legal».

Aludiendo al desconocimiento y los prejuicios, Raúl Cano precisa que en la caza menor (conejos, perdices) los cazadores no les cortan el rabo o parte de las orejas a los perros. Y revela el sentir de los cazadores ante esta medida defendida en la tribuna por Pablo Iglesias: «La gente está indignada». Lo consideran contraproducente para el bienestar animal y creen que de este modo se perjudicará a los perros cazadores por no haber atendido la enmienda del PP. Antes de acabar, lanza una advertencia: «Son infinitamente más los casos de personas con animales de compañía que cortan el rabo a sus perros que los cazadores».

Problemas de por vida

En el otro hemisferio del debate se hallan los veterinarios. El presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de la Comunitat Valenciana, Francisco Beltrán, señala que ya era hora de que España refrendase este punto del Convenio Europeo de Animales de Compañía. Y desgrana las consecuencias de la amputación del rabo. Los perros pierden capacidad para expresarse y relacionarse con su entorno. Pierden equilibrio en sus movimientos y carreras. Pierden incluso capacidad cognitiva. Sufren problemas neurológicos. Incluso si la amputación no se ha hecho bien, arrastran problemas durante el resto de su vida si los huesos de la cola, denominados vértebras caudales, no han tenido el trato adecuado.

Beltrán habla de que antes había «desaprensivos que le daban un tijeretazo al rabo del cachorro recién nacido o que recurrían al cruel método de estrangulamiento y necrosis por ligadura».

Ahora, los veterinarios valencianos ya tienen orden de no realizar la intervención quirúrgica. El «Manual de buenas prácticas de bienestar animal en las clínicas veterinarias valencianas» es tajante ante la caudectomía. Obliga a que existan «motivos estrictamente médicos (lesiones traumáticas, neoplásicas o infecciosas) localizadas en la cola con riesgo de extensión (septicemia, metástasis, etc.), con imposible solución mediante tratamiento conservador, o con continuas recidivas que perjudiquen la calidad de vida del animal».

En el caso de que no se dieran las circunstancias antes mencionadas, «se entenderá que el objetivo de la caudectomía es puramente estético y se prohíbe realizarla». Ese es el mandamiento en la Comunitat Valenciana. Pero, según destaca el presidente de los veterinarios como, hay constancia de personas con animales de compañía que se desplazaban a otras comunidades autónomas para que les cortaran el rabo a sus cachorros. En Castilla-La Mancha todavía está permitido, por ejemplo.

Argumentos absurdos

Amparo Requena, abogada animalista y presidenta de la sección de Derecho Animal del Colegio de Abogados de València, pone de relieve la necesidad de acabar con la amputación animal. Ella afirma que en la Comunitat Valenciana no se ha desterrado a pesar de la ley. «¡Por supuesto que hay veterinarios que, por dinero, lo siguen haciendo por pura estética aunque no sea legal!». Y no habla de cazadores que recurren a ellos. Amparo Requena menciona a propietarios de perros catalogados como peligrosos. «Quieren que tengan un aspecto más agresivo y les recortan las orejas y el rabo». No considera en absoluto razonables la postura de los cazadores. «Son argumentos absurdos. No se puede aplicar sufrimiento animal para evitar un hipotético y futuro sufrimiento animal», dice.

Ahora, con la aprobación del Congreso, la activista de la protectora Modepran subraya que se refuerza la seguridad jurídica al hacer imposible la disparidad de criterios autonómicos. En este sentido, reivindica la necesidad de una ley estatal de protección del bienestar animal. Que no se quede solo en el rabo.

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