«Para nosotros siempre será Ximo». Son las palabras de una de las visitantes de Morella que ayer atendía las explicaciones sobre los murales y el artesonado de madera que realizaba el president de la Generalitat, Ximo Puig, en la Saló de les Corts del Palau. Un encuentro de morellanos guiados por el morellano más «honorable» en la actualidad. Entre ellos, la propia madre del jefe del Consell, una más del grupo de personas jubiladas que ayer viajó desde la localidad de Els Ports hasta la capital valenciana para conocer las instituciones autonómicas.

Nada más terminar el pleno que el Gobierno valenciano celebra cada viernes, Puig salió a recibir a sus convecinos. El cicerone los guió por las distintas estancias del histórico edificio, aportando apuntes de personajes ilustres de su comarca cuando se terciaba. «Se nos hace raro. Para nosotros es uno más del pueblo, pero es el president, ¿eh?», razonaba una de las asistentes.

A quien le faltaban ojos para observarlo todo era a Elodia Ferrer, madre del jefe del ejecutivo valenciano. «Encantada» con la «oficina» de su hijo, recordó que la última vez que había pisado el Palau fue en la época de Joan Lerma, cuando Puig fue jefe de gabinete de presidencia. «No ha cambiado mucho; es muy bonito», comentaba, apoyada en su bastón y emocionada de ver a su hijo en los zapatos de presidente.

«Todavía no me creo que trabaje aquí», añadió Ferrer, quien lamentaba que su marido no había podido unirse a la excursión por cuestiones de salud. Pero los hijos siempre son los hijos y no quiso perderse la oportunidad de ver al suyo.

Visita a las Corts

El grupo, que llegó en autobús alrededor de las 11 horas, quedó prendado de la sala Daurada, diseñada por Ginés Linares en 1534, así como de la de les Corts, con los frescos de Juan Sariñena. Hablaron también de la azulejería que bordea la estancia. «La instalaron para que los nobles no mancharan la pared cuando apoyaban sus pies en ella», explicaba uno de los guías del grupo.

Los morellanos, despedidos uno a uno en la puerta del Palau por el que fue su alcalde durante 17 años, continuaron su excursión en las Corts. Algunos de los presentes recordaron que ya habían estado en el parlamento valenciano, invitados también por Puig en su etapa de diputado.

«Siempre es agradable ver a tus vecinos, a gente que conoces de toda la vida. Su visita es también un ejemplo de la apertura que han experimentado las instituciones valencianas en los últimos tiempos, donde cualquiera puede entrar y visitar los palaus. Es importante que todos los valencianos conozcan los símbolos y las instituciones de la Comunitat», comentó el presidente de la Generalitat tras despedirse de sus convecinos.