Si el Gobierno de España tiene intención, como se deduce de las palabras del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de estudiar una quita de la deuda autonómica cuando lo propongan los expertos que trabajan en la reforma del modelo de financiación, su aplicación efectiva no sería complicada.
Por primera vez, más del 75 % de la deuda de la Generalitat está en manos del Estado. Según la estimación provisional del Consell a expensas de que el Banco de España haga oficial este viernes los datos de deuda al cierre de 2016, el lastre que acumula la Generalitat superará los 44.600 millones, el más elevado de su historia.
De ellos, 34.224 millones provienen de las inyecciones de liquidez y de mecanismos como el FLA o el plan de pago a proveedores, lo que representa por primera vez más del 75 %. Así, tres de cada cuatro euros que adeuda la Generalitat se los debe al Estado, que salió al rescate para evitar la quiebra en 2012 y al que ahora la Generalitat devuelve el dinero con intereses.
Fuentes del Consell apuntan que no existe una cifra oficial para reclamarla como quita, pero ponen sobre la mesa que ésta debería ajustarse al menos a lo que la Generalitat considera deuda histórica, que es la procedente de la infrafinanciación tras décadas de recibir fondos por debajo de la media de las autonomías.
La Conselleria de Hacienda ha solicitado al Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) que concrete esa cifra histórica, que el Síndic de Comptes sitúa en 14.380 millones, pero que otros estudios elevan a 20.000. La cifra de la sindicatura recoge la deuda histórica, pero lo hace desde 2002 cuando las competencias entre las autonomías ya son las mismas. Pero el Consell quiere que se realice el cálculo desde el nacimiento del Estado de las Autonomías en los primero 80, cuando la Comunitat Valenciana ya salió malparada de aquel proceso.
Una quita de esa cantidad, más una financiación en la media resolvería la insuficiencia histórica de recursos de la Comunitat Valenciana e incluso permitiría plantear la posibilidad de buscar de nuevo financiación en los mercados de deuda, lo que ahora es imposible por la extrema debilidad de las finanzas valencianas.
El coste de la crisis y la corrupción
Fuentes del Consell apuntan que a esa cantidad se podrá añadir en su caso las insuficiencias derivadas de la crisis de ingresos, que han sido comunes a todas las autonomías, pero mientras éstas han gestionado tres de los cuatro pilares del Estado de Bienestar sin los recursos suficientes, el Estado no tenía la misma presión.
También entienden en el Consell que hay una parte de la deuda (nunca cuantificada) que proviene del mal gobierno, la corrupción y el despilfarro, pero esa no se puede reclamar y hay que apechugar con ella, admiten. Pero la que proviene de la infrafinanciación, el Consell se siente plenamente legitimado para reclamarla.
Misma deuda a afectos de la UE
Además, en el caso de que el Estado decidiera realizar una quita por el valor, por ejemplo, de esa deuda histórica ello no incrementaría la deuda del Reino de España porque a efectos de la Unión Europea esa cantidad ya está contabilizada como deuda española. Solo cambiaría el hecho de que contablemente pasaría de tenerla la Generalitat a tenerla el Estado, pero sería la compensación a la Comunitat Valenciana de una menor financiación durante lustros.
