Las relaciones Moncloa-Palau de la Generalitat habían tomado otro rumbo con el Gobierno de Mariano Rajoy en minoría. El mismo día de la conformación del ejecutivo, Ximo Puig y el líder del PP hablaron por teléfono. Y lo han hecho en otras ocasiones, al tiempo que se aceleraba el ritmo de visitas de ministros, incluida la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, encargada en esta etapa de las relaciones territoriales. Sin embargo, la riada de millones en inversiones a Cataluña anunciada por Rajoy ante los empresarios ha vuelto a destapar el tarro de los agravios comparativos.

La ausencia de visitas oficiales del jefe del Ejecutivo a la Comunitat Valenciana desde que PSPV y Compromís gobiernan vuelve a escocer. Y más si se compara con la cantidad de actos de partido (el suyo, el PP) que Rajoy sí ha celebrado en tierras valencianas desde las elecciones autonómicas de mayo de 2015: una decena. Pero nunca en todo este tiempo ha pisado el Palau de la Generalitat.

Fuentes del Gobierno, no obstante, restan importancia a este hecho y ponen énfasis en la disponibilidad telefónica del presidente, comentada por el propio Puig, en esta nueva etapa.

Porque hay que distinguir entre la relación bilateral cuando el PP reinaba en Madrid con mayoría absoluta y los últimos meses, cuando la abstención socialista facilitó la investidura de Rajoy y las relaciones con las autonomías pasaron de las manos de Cristóbal Montoro a las de Sáenz de Santamaría.

Los datos rebaten el comentado cordón sanitario de la Moncloa con la C. Valenciana, sostienen las citadas fuentes. Numerosas visitas en pocas semanas del actual ministro de Fomento, Íñigo de la Serna; también algunas del de Justicia, Rafael Catalá; otras dos del de Interior, Juan Ignacio Zoido, a Alicante, y por supuesto, la de la vicepresidenta al Palau, envuelta de cordialidad y promesas de diálogo.

Es el material que el ejecutivo pone encima de la mesa para rebatir cualquier agravio o marginación a la Comunitat Valenciana.

Sin embargo, es también un hecho que Rajoy ni ha estado ni se le espera (que se sepa) en el Palau de la Generalitat y que tardó 115 días en recibir en la Moncloa a Puig tras ser designado jefe del Consell.

En cambio, el presidente del Gobierno y líder de los populares bendijo a Isabel Bonig on octubre de 2015 con su asistencia a unas jornadas políticas, dio calor días después a los compañeros de Alicante con un acto festero en Calp. Además, las dos campañas por las dos convocatorias de elecciones generales le han proporcionado mítines diversos en València. Incluso acudió a apoyar a la escuela concertada. Así, hasta el funeral por Rita Barberá, el pasado 24 de noviembre, su última visita. Mientras tanto, Puig continúa a la espera en la calle Caballeros.

Con los empresarios valencianos (con los catalanes estuvo ayer) compareció el 2 de febrero de 2015, antes del cambio político en el Palau de la Generalitat.