El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, revisó ayer los trabajos previos a la puesta en servicio del tramo de velocidad alta (180-200 kilómetros/hora) entre València y Castelló antes de viajar a Barcelona acompañando al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que tiene previsto presentar hoy un plan específico de infraestructuras para Cataluña.

La existencia de este plan, cuyo contenido no ha trascendido, despierta recelos en otras comunidades autónomas como la valenciana, ávidas de inversiones en el corredor mediterráneo, intermodalidad ferroviaria con los puertos, traspaso o mejora de Cercanías, por citar sólo algunos ejemplos.

En este contexto, la visita de Íñigo de la Serna despejó pocas incógnitas. Como aspectos positivos destaca la nueva presencia del ministro en Valencia -la cuarta desde que fue nombrado en noviembvre pasado-, esta vez acompañado por el flamante coordinador para el corredor mediterráneo, Juan Barios; que la conexión Valencia-Castelló avanza sin desviarse de los plazos adelantados por el ministro; y la predisposición de ADIF a informar sobre la marcha de las obras que ejecuta en el corredor.

El ministro aseguró que los actuales servicios que conectan Castelló con Madrid «se cuadruplicarán». Actualmente hay un Alvia que conecta con Madrid y un Intercity los domingos. Según el ministro, a partir de la entrada en servicio del tercer hilo «habrá dos AVE y dos Intercitys», aunque en estos últimos no quedó claro si su frecuencia sería semanal o diaria. «En conjunto -dijo-, serán 1.260 plazas».

De la Serna no quiso comprometer una fecha para la operación comercial del tercer hilo entre València y Castelló. «Esta primavera -afirmó-, concluirán los trabajos de inspección de vía». Fue su único compromiso, tras asegurar que las primeras evaluaciones -el tren laboratorio en el que ayer se desplazó el ministro a Castelló ya ha realizado 24 pasadas sobre la vía- han sido satisfactorias.

A partir de entonces Fomento remitirá toda la documentación a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, la AESF, responsable de autorizar la entrada en servicio de la línea y de los subsistemas que las componen (infraestructura, energía y equipos de control de tráfico en vía).

Según el ministro, se han invertido 175 millones de euros en este tramo en el que hay «concentrada mucha innovación y desarrollo tecnológico». No hay plazo, aunque en otros tramos mucho menos complejos como el de Sant Isidre-Sant Lluís, la autorización de la AESF tardó casi cuatro meses.

Finalmente habría que formar a los maquinistas en ese tramo concreto del trazado antes de vender los primeros billetes.

Sin soluciones

El ministerio sigue sin tener claro el diseño del tramo Vandellós-Castelló que daría continuidad al corredor mediterráneo. «Estamos intentando desatascar los problemas que había» o «vamos a intentar acelerarlo al máximo», fueron las frases que empleó el ministro aunque sin rastro de fechas para las licitaciones y mucho menos de obras, que están adjudicadas desde abril de 2014 y que nunca han comenzado.