La lucha verbal por el decreto de plurilingüismo sigue subiendo de tono. El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se preguntó ayer «qué piensa hacer» el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo «para intentar poner todo el esfuerzo y el apoyo para las lenguas oficiales de toda España, porque el valenciano también es una lengua española y merece el apoyo del Gobierno de España». «Si está preocupado por la discriminación lingüística, bienvenido, manos a la obra. En esta tierra la lengua que ha estado discriminada y minorizada es el valenciano», destacó.

El jefe del Consell defendió que «no hay libertad sin igualdad» y reivindicó el decreto. «El 96 % de los niños valencianos domina el castellano, el 30 % el valenciano y el 5 % el inglés», indicó el president, quien destacó que «el neoliberalismo radical» que el PP defiende «tampoco es la solución en la educación».

Bonig cita a Miguel Hernández

Puig se manifestó en estos términos en la sesión de control en las Corts Valencianes, donde fue preguntado por la portavoz del PP, Isabel Bonig, por la libertad de los valencianos con el actual Gobierno autonómico, que según la popular se ha visto «limitada» con subidas de impuestos, retrasos a pago de proveedores o derogación de leyes como la de protección a la maternidad y creación de decretos como el de plurilingüismo.

A juicio de Bonig, el decreto «de chantaje» lingüístico pretende utilizar la educación «como instrumento de ingeniería social para politizarla». «Oltra decía que este decreto nos sitúa como referente en Europa, pero como referente negativo, limitativo de derechos y libertades. Ustedes acudieron a Europa a hablar mal de la Comunitat Valenciana, ahora tendremos que ir nosotros para defender la libertad de los valencianos», subrayó. En ese sentido, pidió al president que como dijo el poeta Miguel Hernández, sea «una pura gota de valentía» en lugar de «un océano cobarde» y «derogue el decreto de chantaje» en beneficio de «la libertad».