La semana que empieza va a resultar decisiva para conocer la hoja de ruta que la Conselleria de Sanidad aplica al departamento de salud de la Ribera en el proceso de reversión de la gestión privada que acaba de poner en marcha y que culminará el 1 de abril de 2018.

Este jueves se reúne la mesa sectorial con presencia de sindicatos, comité de empresa y Conselleria de Sanidad en la que abordarán las condiciones de trabajo en que quedarán los trabajadores de la Ribera el día después de la reversión.

De los cerca de 1.800 trabajadores, menos de 300 tienen una plaza consolidada por oposición, mientras que el resto están contratados directamente por la empresa concesionaria, Ribera Salud, con muy distintas relaciones laborales.

De la comparecencia ayer en las Corts del secretario autonómico de Sanidad, Narcís Vázquez, para explicar a los grupos el proceso, se deduce que la figura elegida por la Conselleria de Sanidad es la de convertir a los empleados de la Ribera en personal contratado laboral indefinido no fijo, una fórmula que Levante-EMV ya adelantó en exclusiva el pasado 2 de marzo.

El número dos de la Conselleria de Sanidad reiteró en la comisión de las Corts que no se perderá un solo empleo en el departamento de la Ribera y que, al contrario, la Generalitat contempla aumentar la plantilla. La ratio de personal por habitante es más baja en la Ribera que en otros departamentos valencianos, por lo que si se transfiere el área a la conselleria es obvio que tendrá que igualar también el porcentaje de personal.

Según los datos que maneja Sanidad, la plantilla es un 20% inferior a la de un centro público y los empleados trabajan una media de 200 horas más al año que los profesionales de la sanidad pública.

Vázquez también reiteró lo que la consellera Carmen Montón ha repetido ya en numerosas ocasiones, que no se perderá servicio alguno en la comarca y que nadie tendrá que volver a desplazarse a València para recibir atención especializada como ocurría antes de la apertura del hospital en 1999. Vázquez, que tenía cinco comparecencias solicitadas por los grupos en las Corts, aseguró que la reversíon será «sí o sí».

«Hay mucha preocupación»

La diputada del PP Remedios Yáñez asegura que la hoja de ruta no hace más que demorarse y sostiene que la Conselleria de Sanidad no tiene nada que decir a los trabajadores del hospital de Alzira, «que están muy preocupados y se sienten ninguneados», añadió.

Yáñez vino a decir que el procedimiento de reversión iniciado por la conselleria podría no ajustarse a la legalidad, a lo que el número dos de la conselleria respondió que el PP es el mejor relaciones públicas de las empresas que gestionan la Sanidad. «A usted le pondrán la alfombra roja cuando vaya al hospital», dijo a Yáñez.

Doscientos millones más barato

El diputado socialista Ignacio Subías denunció la opacidad que durante años ha existido y aseguró que la reversión permitirá un ahorro de 200 millones de euros. La diputada de Compromís Isaura Navarro denunció que los trabajadores de la Ribera tienen miedo de las represalias y aseguró que el déficit de trabajadores provoca que la empresa «explote» al personal.

El diputado de Ciudadanos Juan Córdoba sostuvo que a su grupo le preocupa la situación de los trabajadores no solo en la situación en la que quedan, «sino en la repercusión que ello va a tener sobre el resto de trabajadores públicos». Podemos adviertió de la judicialización del proceso y cree que la concesionaria pondrá todas las trabas legales posibles.