Poco ha servido la presión de los empresarios valencianos en defensa de un mejor trato inversor para la C. Valenciana. Ni Mariano Rajoy ni su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se han dado por aludidos por los manifiestos ni las puestas en escena de las patronales en favor del corredor mediterráneo o un mejor trato de las últimas semanas. Una clase empresarial valenciana que ayer optó por el silencio de forma mayoritaria.

Sí habló, y con contundencia, Salvador Navarro, que puso voz al malestar y el desencanto. «Realizaremos un estudio detallado de los presupuestos generales del Estado y las inversiones previstas en la Comunitat Valenciana, pero lo conocido hoy [por ayer] confirma el ninguneo a nuestro territorio, a sus empresas y sus ciudadanos», dijo Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV).

Salvador puso voz al cabreo con unas cuentas que sitúan a los valencianos a la cola de España y, en su opinión, comprometen la salida de la crisis: «El esfuerzo inversor previsto por el Gobierno en 2017 se encuentra por debajo de la media de los últimos 15 años y muy lejos de la aportación que realizan los valencianos en términos de PIB y población. Esta discriminación mantenida en el tiempo por Gobiernos de diferente signo político limita la capacidad de recuperación de nuestra economía, su futuro y la calidad de vida de los ciudadanos».

«La inversión es estímulo y la falta de inversión supone un cuello de botella y una importante merma de nuestra competitividad. Es lamentable que la inversión, que debe contribuir al equilibrio territorial y a estimular el fomento de las regiones, sea utilizada por los Gobiernos como un instrumento de acción política», añade.

Salvador también incidió en el desencanto por el escaso peso valenciano en Madrid: «Estos presupuestos, pendientes aún de un estudio detallado por parte de la CEV, advierten a todos los valencianos, políticos, empresarios, trabajadores y ciudadanos, de nuestra debilidad como colectivo y de nuestra escasa capacidad para incidir en las grandes decisiones nacionales. En este sentido, la CEV insiste que es momento de aunar esfuerzos en la defensa de los intereses de la Comunitat Valenciana».

«Salvador Navarro tiene toda la razón», coincide desde el ámbito sindical Ismael Sáez, secretario general de UGT-PV. «A los valencianos se nos manipula de tal modo que no sé cómo seremos capaces de conseguir que reaccione la sociedad valenciana. Deberíamos ser capaces de superar las discrepancias políticas y situar al margen del debate la financiación y las inversiones e ir todos a una; y exigir a los representantes del ámbito estatal el trato que la comunidad se merece», añade.

Para Sáez, «la autonomía sigue en la tónica de marginación». El dirigente del sindicato lamentó que Mariano Rajoy, que el pasado fin de semana estuvo en el Congreso del PP que eligió a Isabel Bonig como presidenta, no haya atendido a las reivindicaciones valencianas.

«No se qué les hemos hecho los valencianos. Estos presupuestos no se corresponden con los que toca respecto al Producto Interior Bruto, la población o la renta per cápita inferior a la media. Somos una comunidad contribuyente neta. Es un escándalo», opina el sindicalista.

Y apunta: «Si una comunidad tiene motivos para pedir la independencia por razones económicos somos nosotros». Sáez, en relación con las inversiones comprometidas por Rajoy para Cataluña, concluyó: «No queremos que le quiten a los demás, pero si hay que establecer solidaridad con los que tienen menos somos nosotros y no al revés».