Sus padres salieron de Galicia en la gris España de los años sesenta y se instalaron en Suiza. Ahora, cuatro décadas después, cuando otros españoles hiperformados hacen las maletas de nuevo rumbo a Suiza y a otras partes de Europa que aprecian el talento de una generación perdida, Rocío Cibrán ha sido nombrada cónsul honoraria de Suiza en la Comunitat Valenciana.

No es solo un nombramiento diplomático. Tras dos años en los que ha estado vacante el puesto, el nombramiento de esta mujer, directora general del hotel Westin de València, es una apuesta con un objetivo: construir puentes, explorar las oportunidades y estrechar relaciones económicas, culturales y académicas con la C. Valenciana.

Así lo declaró ayer el cónsul general de Suiza en Barcelona, Bruno Ryff, en una visita realizada en la redacción del diario Levante-EMV para presentar a la nueva cónsul honoraria, nacida y crecida en la región más relojera de Suiza (Biel/Bienne) y vinculada profesionalmente a la dirección hostelera.

El cónsul general destacó dos cifras: hay 5.000 suizos afincados en la Comunitat Valenciana, con especial arraigo en la Costa Blanca, y unos 80.000 españoles instalados en Suiza. Ahora pretenden, según Ryff, unir el talento de profesionales suizos en la terreta con la fuerza de los empresarios valencianos y animar ese grupo de trabajo en ciernes con la nueva cónsul como catalizadora.

La presencia de las bodegas suizas, de la pujante Mediterranean Shipping Company (MSC) con sede en Ginebra o el recuerdo del Alinghi suizo de la America´s Cup acompañan al mascarón de proa suizo en tierras valencianas: Stadler Rail, el fabricante ferroviario suizo que ha comprado la factoría de Vossloh en Albuixech. «Es el ejemplo de que la Comunitat Valenciana es una región en la que vale la pena invertir», subraya el cónsul general.

Frente a la imagen de Suiza vinculada con la opacidad del secreto bancario (Bárcenas) o la residencia de Iñaki Urdangarin que salpica el telediario, el cónsul admite su preocupación: «No es la imagen que queremos ver». A partir de 2018, precisa, los bancos suizos estarán obligados a revelar toda la información solicitada de las cuentas suizas de los españoles. Cualquier tipo de veleidad opaca amparándose en el secreto bancario, anuncia, será cortada de raíz. Con navaja suiza.