La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, animó ayer a cualquier militante a que se presente como candidato en los próximos congresos provinciales y garantizó que la dirección regional actuará «sin favoritismos». Bonig rompió su silencio y habló, por primera vez, desde el congreso regional, de la batalla por el control del partido en la provincia de València entre su presidente, Vicente Betoret, y la portavoz del PP en la Diputación de València, Mari Carmen Contelles, candidata oficiosa de Bonig. La lideresa defendió el derecho de la exalcaldesa de la Pobla de Vallbona a presentarse. No la citó, pero la alusión parecía evidente: «Hay que ser coherente porque si la dirección puso mucho énfasis en abrir el partido para que todo el que quiera que tenga un proyecto dé un paso al frente, pues hay que dejar participar a la gente sin favoritismos», indicó.

Desde hace algún tiempo la dirección nacional del partido trabaja para evitar que en València tenga lugar un congreso de confrontación. En los últimos días, Génova ha tratado de desactivar la candidatura de Contelles, pero las indicaciones no han hecho mella en Bonig, quien, reforzada tras su reelección, está dispuesta al desgaste.

Consciente de que en la provincia de València habrá unas primarias a cara de perro, la dirección provincial está ganando tiempo y todavía no ha convocado el congreso. A esto se refirió Bonig cuando subrayó que tanto los congresos de Castelló como de Alicante tenían ya fecha.

Tranquilidad en Castelló

Bonig se refirió también al otro frente inesperado que se ha abierto con el sorprendente anuncio del presidente, Javier Moliner, de no optar a la reelección. La líder quiso lanzar un mensaje de tranquilidad y mantuvo que Moliner ha dejado un partido unido y que «no habrá ningún problema para continuar». Aprovechó para agradecerle «la transición ejemplar y modélica» que llevó en el PP de Castelló.

Por otro lado, Bonig restó importancia al desecuentro con la dirección nacional por los presupuestos. Mantuvo que el «tirón de orejas» que le dio el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, por sus críticas no era tal. «Sabe perfectamente que el PPCV comparte su proyecto nacional y que es leal, pero hay cosas que no nos gustan como las inversiones recogidas para la Comunitat». Añadió que la posición no es obstáculo para que «reconozcamos cosas buenas».

El interés de la cúpula regional en rebajar el conflicto con Génova contrasta con las duras críticas del exministro de Exteriores y cabeza de lista por Alicante, José Manuel García-Margallo, a los presupuestos. El diputado, que ayer insistió en sus quejas, se ha ofrecido a Bonig para enmendar los presupuestos. Desde la dirección regional, no obstante, se marcó distancias con Margallo: «Es un alma libre», indicaba un dirigente. El diputado, de los pocos que ha tenido hilo directo con Rajoy, nunca se ha sentido sometido a la disciplina de la dirección autonómica.