La batalla por el control del Partido Popular en la provincia de Valencia estalló ayer en su máxima crudeza. La dirección nacional del partido, en la calle Génova de Madrid, intervino por la mañana para evitar la ruptura en una de sus provincias fetiche, un histórico granero de votos, pero fracasó en el intento de frenar la presentación para el próximo congreso provincial de una alternativa al presidente provincial, Vicente Betoret, encabezada por la diputada provincial Carmen Contelles y avalada por Isabel Bonig.

Una vez rotos todos los puentes de acuerdo, la ruptura era ya un hecho. Contelles se había levantado de la reunión que presidía por la mañana en Madrid el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maillo, tras considerar que la pretensión de Génova de que se apartara de la carrera por la presidencia provincial era inaceptable. Un desafío de Contelles a Génova, pero por elevación de Bonig, que aunque se mantiene neutral en público, a nadie escapa que la portavoz en la diputación es su candidata para ocupar el liderazgo provincial.

Horas después, en una tensa reunión de la junta directiva provincial, Contelles ganó su primer pulso a Betoret tras una votación en la que por 24 votos logró tumbar la propuesta de Comité Organizador del Congreso (COC), que el presidente provincial había puesto sobre la mesa, aunque fuentes cercanas a Betoret aseguraron anoche que una veintena de votos tendrán que comprobarse tras firmar a última a hora.

Pero el resultado en una cuestión en aparencia menor como la de la elección de los miembros del COC deja una lectura clara. Era la primera vez que ambos medían fuerzas y Contelles gana la primera batalla por 147 votos a 123, lo que parece darle ventaja en la pelea por el control del partido y le permite asestar el primer golpe.

Máxima tensión

Además, la votación se produjo en un ambiente de máxima tensión. La junta directiva provincial estaba convocada a las 19.30 y en ese momento fuentes del partido admitían ya que la ruptura interna era inevitable.

Betoret y Contelles entraron en la sala, se sentaron en primera fila, pero ni se saludaron. Un divorcio total. En una sala abarrotada, con los pasillos repletos y momentos de gran tensión, la reunión tuvo que suspenderse sobre las nueve de la noche.

El acuerdo para elegir a los miembros del Comité Organizador del Congreso (COC), primer episodio del pulso entre Betoret y Contelles se convirtió también en el primer escollo.

El sector de Contelles presentó una propuesta alternativa de comité organizador a la que había facilitado el sector de Betoret. Pero, la propuesta de la diputada autonómica chocaba con los estatutos del partido, según los afines a Betoret, ya que éstos recogen que tiene que ser presentada con 24 horas de antelación y la mitad más uno de los miembros de la junta. El presidente del Comité de Derechos y Garantías, Jorge Carbó, interpretó que sí se podía someter la propuesta de Betoret a votación según los estatutos, una decisión que molestó sobremanera al presidente provincial, quien después en privado, según las fuentes, acusó a Carbó de tomar partido abiertamente por Contelles y, por tanto, de perder su legitimidad.

«Esto va a ser peor que el PSOE»

Pero entonces surgió otro problema. No todos los asistentes podían votar porque muchos no forman parte de la junta provincial.

En ese momento algunos de los representantes populares ya aseguraban que el espectáculo de Comité Federal del PSOE que el pasado 1 de octubre forzó la dimisión de Pedro Sánchez se iba a quedar en nada al lado del popular. Finalmente, con el DNI en la mano y por comarcas pasaron a votación los miembros de la junta directiva. El resultado da aire a Contelles, pero aviva la ruptura en el PP de la provincia.