Trabajan curando a los demás pero, para ello, muchas veces tienen que exponerse a sustancias que por inhalación o por simple contacto provocan cáncer u otros problemas de salud como infertilidad. Los enfermeros valencianos quieren que la administración corte de raíz con estas situaciones de peligro que en más de una ocasión se presentan por falta de medios como una campana de protección para realizar las mezclas de los medicamentos.
Esta es la reclamación que va a hacer el sindicato de enfermería Satse a la Conselleria de Sanidad que, por lo pronto, pide al servicio de salud que haga un estudio en todos los hospitales de la Comunitat Valenciana para conocer cuántas personas que trabajan con estos medicamentos han pasado por un proceso oncológico, han tenido una enfermedad autoinmune o han tenido problemas de fertilidad.
Estos son tres de los problemas médicos directamente relacionados con la manipulación de los biopeligrosos que suman cerca de 300 composiciones según los listados oficiales. Entre ellos está el arsénico trioxido, la ciclosporina o el tamoxifeno, evaluados por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer como de Grupo 1: «carcinógeno para el ser humano».
Horario parcial
Esta es una de las reclamaciones que el Satse quiere hacer ante Sanidad a la que añadirán adoptar medidas como la ampliación de personal en los servicios de Farmacia hospitalarios que son los que habitualmente se encargan de la preparación de estos fármacos, la extensión de instalaciones y medidas protectoras fuera de los servicios de farmacia y las unidades que hoy por hoy ya cuentan con este tipo de instalaciones y más controles médicos al personal directamente implicado.
Desde el sindicato recuerdan que no siempre es el personal de la Farmacia hospitalaria -directamente responsable de hacer los preparados- en el que recae esta responsabilidad. A veces son los enfermeros de unidades como Oncología, UCI, Urgencias, Radiología o Reanimación los que tienen que hacer el trabajo y no en todos los hospitales se cuenta con el aparataje de seguridad requerido.
En este sentido, el sindicato ha detectado que estos fármacos se preparan «en servicios que no cuentan con los medios necesarios como cabinas de seguridad o sistemas cerrados de transferencia» ya que los horarios del servicio de farmacia obligan a que estos medicamentos se preparen fuera «sobre todo en los hospitales pequeños en los que solo se trabaja de mañana». Esto es lo que ocurrió en el caso de la enfermera del Hospital Clínico recientemente expedientada por Sanidad al negarse a realizar una preparación ya que no contaba con las medidas de seguridad necesarias y estaba, además, embarazada.
Estudio en La Fe
La petición que ahora realiza el sindicato Satse no es, sin embargo, nueva. Los trabajadores del hospital La Fe llevan años reclamando más medidas de seguridad después de detectar un anormal crecimiento de casos de cáncer entre los trabajadores de ciertas áreas que manejan biopeligrosos. Tras varias denuncias a la inspección de Trabajo y ante la Fiscalía, una investigación judicial encargó un estudio forense que buscara la relación directa entre este tipo de trabajo y los casos de cáncer.
Los resultados, sin embargo, no fueron concluyentes ya que la investigación no encontró nexos de causalidad entre el trabajo y las enfermedades del personal que, según concluyó, estaban en la media de casos de cáncer del resto de la población. Los resultados fueron puestos en entredicho tanto por sindicatos como por los propios trabajadores ya que entendían que se había dejado de lado al personal, por ejemplo, ya jubilado o apartado de los servicios.
