La vicepresidenta de la Diputación de València denunció ayer una situación que calificó de «clara discriminación lingüística» al requerirle un agente de la Policía Nacional su identificación durante una concentración a las puertas de las Corts. Según explicó a Levante-EMV, MªJosep Amigó, el agente le pidió su documentación «inmediatamente después de decirme que le hablara en castellano, a lo que yo me negué».

Los hechos ocurrieron ayer alrededor de las 13 horas, momento en el que tanto el presidente de las Corts, Enric Morera, como desde la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), habían convocado una concentración a las puertas del parlamento valenciano para reivindicar un trato más justo en los Presupuestos Generales del Estado.

Concentración que, sin embargo, «desconocían los agentes», según fuentes de la Policía Nacional. «Junto a mí había muchos más cargos institucionales. Alcaldes de municipios como Carlet, Meliana o Foios, así como miembros del Gobierno valenciano y diputados», narró la vicepresidenta de la corporación provincial.

Después de la entrega de premios que tuvo lugar en el interior de las Corts, Amigó salió a las puertas del edificio para la concentración. También estaban las juventudes de Compromís (partido al que pertenece) sosteniendo una pancarta, por lo que se acercó a saludarles. En ese momento, según relató la vicepresidenta, llegaron un par de agentes que preguntaron por un responsable de dicha manifestación. «Respondí que preguntaran a sus compañeros de las puertas de las Corts, que sabían que aquello estaba convocado por el presidente de las mismas. En ese momento me dijo que le hablara castellano porque no me entendía, a lo que yo le contesté que tenía un problema, porque era mi lengua y es mi derecho usarla. Inmediatamente después me pidió la documentación», cuenta Amigó.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía apuntaron a que la identificación se requirió porque es lo habitual cuando hay una concentración y no por motivos lingüísticos. «Siempre se pregunta por un responsable de la misma por si hay incidencias. Fue una actuación normal y corriente». Las mismas fuentes señalaron que «en ningún caso» se pidió los datos de filiación porque usara la lengua propia, hecho que la vicepresidenta lamenta pero que no va a denunciar, según aseguró ayer.