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Medida

El Gobierno insiste en llevar a València agua de la desaladora de Sagunt

La entrega del caudal se haría en los municipios de l'Horta Nord que actualmente consumen agua potabilizada procedente del Túria

Interior de la sala de bombeo de la desaladora de Sagunt. levante-emv

El Gobierno central ha sacado a información pública la conexión de la infrautilizada desaladora de Sagunt con la red de agua potable del área metropolitana de València. El objetivo de la obra, que gestiona la Confederación Hidrográfica del Júcar a través de Acuamed, es «reforzar» el abastecimiento urbano ante cualquier contingencia relacionada con sequías, episodios de contaminación o incidentes operativos en las plantas potabilizadoras, especialmente en la de Manises, y dar una salida a la inversión realizada en Sagunt, con una desaladora entregada en 2013 tras una inversión de 38 millones de euros y sin apenas uso.

El «Refuerzo del sistema de abastecimiento del área metropolitana de València y el Camp de Morvedre» pretende aprovechar los caudales de la desaladora de Sagunt, oficialmente «en operación» desde el 31 de octubre de 2013, para que pueda atender también la demanda de los municipios de l'Horta Nord y liberar caudales procedentes del Júcar y el Túria que ahora llegan a la ciudad y su anillo metropolitano procedentes de las potabilizadoras de Manises (Túria) y Júcar (Picassent).

El proyecto licitado contempla el bombeo necesario y una conducción de aproximadamente 10 kilómetros de longitud que permita conectar la desaladora con el sistema de distribución de agua al Área Metropolitana de Valencia, gestionado por la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi).

La nueva tubería, con capacidad para transportar 22.900 metros cúbicos al día, con un caudal medio de 265 litros por segundo, finalizaría con la conexión al depósito existente en Puçol, de 6.000 metros cúbicos de capacidad, desde donde, por gravedad, podría distribuirse en l'Horta Nord.

Emergencia

En ningún caso, al menos con el diseño actual del proyecto, los vecinos de València beberían agua desalada, aunque sí los vecinos de las poblaciones situadas en l'Horta Nord.

Sin embargo, la nueva fuente de suministro, al incrementar la garantía sobre l'Horta Nord, refuerza la disponibilidad de suministro de València, con la que permanecen conectadas las poblaciones de las citadas comarcas.

Fuentes consultadas por Levante-EMV explicaron que ni la conducción diseñada ni la propia desaladora tienen capacidad para actuar en sustitución de alguna de las actuales fuentes de suministro de las que se abastece València.

La capital valenciana y su área metropolitana tienen una concesión vigente de cuatro metros cúbicos que tiene su origen en el Júcar, en el embalse de Tous, y que llega hasta la potabilizadora de Picassent, desde donde se distribuye a través de varias tuberías de aducción de gran tamaño por las poblaciones situadas al oeste de València y por su casco urbano.

Además, el Plan Hidrológico del Júcar mantiene una reserva adicional de seis metros cúbicos por segundo del Júcar de la que la Emshi ya ha obtenido la concesión de un metro cúbico.

Mientras, en el Túria, origen del abastecimiento de València, se mantiene la concesión de dos metros cúbicos por segundo. Uno se obtiene directamente del caudal del río en La Presa (Manises) y otro de un pozo situado junto al cauce.

Según las fuentes consultadas, el citado diseño, unido a las obras de refuerzo en las conducciones que se están realizando en el área metropolitana, aseguran su suministro sin necesidad de recurrir a la desalación.

Sin convenio

El proyecto no oculta que persigue «ampliar de forma significativa el alcance de la distribución de los caudales producidos por la desaladora» de Sagunt.

Acuamed, y por extensión el Gobierno central, tiene un problema con la desaladora de Sagunt, cuya producción actual es mínima y mantenida casi únicamente con objeto de que la inactividad no afecte negativamente a sus equipos. Sin embargo, su amortización y mantenimiento corresponde casi en exclusiva al Ayuntamiento de Sagunt.

La instalación fue diseñada en un contexto de desarrollo urbano y cuando se pensaba que el área de Sagunt iba a experimentar un gran proceso de «reindustrialización» gracias a la construcción de polígonos como Parc Sagunt, con casi nueve millones de metros cúbicos.

Las expectativas no se concretaron y la desaladora es una patata caliente para Sagunt, cuyo alcalde, Quico Fernández, quiere que otras poblaciones usen parte del agua desalada y compartan gastos, incluida València.

El político saguntino ha trasladado esta petición al alcalde de València, Joan Ribó, que inicialmente no descartó recurrir al agua desalada. Sin embargo, no se ha firmado ningún convenio -ni siquiera se negocia- que dé cobertura a esta iniciativa.

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