La celebración del décimo aniversario del Instituto Confucio de València, que tuvo su acto más brillante en el Paraninfo de la Universitat de València, en presencia del embajador de China en España, Lyu Fan, sirvió para poner de relieve el excelente momento por el que pasan las relaciones comerciales, culturales y turísticas entre la capital valenciana y el gigante asiático. Además de reconocer la ingente labor lingüística, cultural y social realizada por esta institución modélica en el ámbito internacional y nacional, las autoridades valencianas y chinas presentes mostraron su firme apuesta política y académica por estrechar lazos entre ambos países con vistas a impulsar el crecimiento económico pero también el progreso social y cultural de ambos pueblos. Junto al embajador chino el acto contó con la presencia del alcalde de València Joan Ribó, el delegado del Consell para la UE y Relaciones Externas Joan Calabuig, el rector de la Universitat de València Esteban Morcillo, el vicerrector Guillermo Palao y el director del Instituto Confucio de València Vicente Andreu.

El propio Andreu fue el encargado de repasar la intensa actividad desarrollada por la institución en esta década de historia: «Más de 5.000 estudiantes han pasado por nuestras aulas y 3.000 alumnos se han examinado para los títulos oficiales de lengua china y hemos organizado más de 300 eventos culturales y académicos a los que han asistido 80.000 personas», dijo. Además, en 2008 y 2009 recibió el premio a uno de los 20 mejores Instituto Confucio del mundo; y su director fue designado en 2011 y 2012 uno de los 30 mejores Institutos Confucio del mundo.

En la línea de estrechar lazos entre València y China, Joan Calabuig afirmó que el actual Consell de la Generalitat presidido por Ximo Puig «quiere reactivar las relaciones económicas» entre la Comunitat y el país asiático. No en vano, recordó que hoy mismo parte hacia la ciudad china de Chengdú una delegación del Ayuntamiento de València para hermanarse con la metrópoli china. Por su parte, el alcalde Joan Ribó subrayó que en los últimos meses: «Hemos potenciado nuestra ciudad como puente de Europa con la Ruta de la Seda y como puente de entendimiento entre Oriente y Occidente en un proyecto lleno de oportunidades para los pueblos chino y valenciano».

Verbigracia, como apuntó Vicente Andreu, China ha puesto en marcha un ambicioso plan de inversiones denominado la Franja Económica de la Ruta de la Seda del Siglo XXI, al que ya se han adherido más de 70 países y que genera unas enormes expectativas para la Comunitat Valenciana. La Ruta y Franja es como añadió Esteban Morcillo «una alianza de civilizaciones» entre los países del mundo, y específicamente en clave valenciana y china, una gran ocasión «para la colaboración entre nuestros territorios».

Por último, el embajador de China detalló la evolución de su país en 2016 con cifras impresionantes: «Nuestra economía creció el año pasado un 6,7%; y contribuyó al 33% de la economía global, generando más de 13 millones de empleos». Sólo en España, invirtió 2.200 millones de dólares, y en todo el mundo, la inversión se disparó un 44,1%. Por último, 100 millones de chinos hicieron turismo en el extranjero.