El Partido Popular ha pedido al conseller de Educación, Vicent Marzà, respetar la voluntad de 250.000 familias valencianas que tienen a sus hijos inscritos en centros valencianos tras la masiva manifestación a favor de la libertad de enseñanza que el sábado recorrió las calles del centro de València, y en la que participaron 40.000 personas, según los convocantes.

La portavoz de Educación del grupo popular en las Corts, Beatriz Gascó, considera que la eliminación de aulas concertadsa supone un «atropello» y «retroceso en la educación». Por eso, Gascó incide en que «no se trata de enfrentar modelos», ya que «pública y concertada han coexistido hasta ahora sin problemas», sino que se trata «de la defensa de la libertad y la defensa de derechos fundamentales, de no querer la imposición de una escuela única inconcebible en un estado democrático».

Por eso, desde el PP apuntan que el Consell «no puede seguir haciendo oídos sordos al clamor de la gente» y que no se puede volver «a la Educación de los 80, cuando los conciertos educativos eran subsidiarios de una educación pública que necesitó de la escuela concertada para prestar un servicio de calidad y equitativo.

Beatriz Gascó también señala que el Consell no puede actuar de espaldas a la educación concertada «que supone un tercio de la educación en la Comunitat Valenciana» y «supone también una apuesta por el empleo en la Comunitat Valenciana» ya que, según cálculos del PP, en los centros concertados «se emplea a 19.300 profesionales directos docentes y también profesionales indirectos (como personal de administración y servicios), además de velar por la sostenibilidad de los servicios públicos por ser menor el gasto público por alumno en la concertada (2.936 ? por alumno) que en la pública (4.580 ?)».