Las puertas y ventanas de 44 centros escolares van a ser sustituidas por otras a prueba de eficiencia energética. «No son colegios nuevos, pero también es importante», reconoció ayer el conseller Vicent Marzà. Importantes y con un coste. En concreto, siete millones de euros que saldrán de la Diputación de València en el marco del Plan municipal de mantenimiento de escuelas, como informó Levante-EMV el pasado mes de enero.

Según informaron ayer en rueda de prensa tanto el conseller como la vicepresidenta de la corporación, MªJosep Amigó, y la diputada delegada de Bienestar Social, Mercedes Berenguer, «se han seguido criterios estrictamente técnicos» a la hora de otorgar estas ayudas directas, que se activarán a partir del pleno de la diputación de la semana que viene.

En concreto, se ha atendido en primer lugar a las demandas de los municipios, cuyas peticiones se han baremado en función de la gravedad del estado de estos elementos, por cuyas rendijas escapa la calefacción y refrigeración, «aumentando la factura de los ayuntamientos, quienes se encargan de estos gastos», explicó la diputada Berenguer.

También se han atendido factores poblacionales, al número de líneas por cada centro y al número de puertas y ventanas. En total, las ayudas se distribuirán en trece municipios de menos de 5.000 habitantes, 13 de menos de 20.000, 13 de entre 20.000 y 50.000 y cinco de más de 50.000 habitantes. Se calcula que en los centros beneficiarios hay alrededor de 14.000 alumnos.

Dependiendo del alcance de la subvención directa, se han establecido cuatro rangos. Así, doce colegios de infantil y primaria recibirán ayudas de 85.000 euros cada uno de ellos; nueve, de 130.000, otros nueve, de 180.000 y catorce de 230.000 euros.