Muchos en Compromís tienen el corazón partido con Carles Mulet. Gusta su arrojo, su irreverencia, su combatividad en la defensa de sus ideas y que haya despertado al adormecido Senado, pero también hay quien no se siente cómodo con las formas que utiliza.

El senador que acaba de romper una fotografía de la candidata socialista a primarias, Susana Díaz; que preguntó al Gobierno por las medidas ante un apocalipsis zombi en protesta por la parquedad de las respuestas, o por el listado de fondos públicos (reservados o no) que el Estado destina a posibles favores sexuales o amistades especiales del Rey emérito, no sorprende a nadie en Compromís porque esos modos beligerantes también le han llevado a tener sonoras broncas internas.

La más conocida es la que mantuvo con el hoy secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, en 2011, que llevó a que el Bloc e Iniciativa concurrieran por separado en Castelló y en Vila-real.

El hombre de Oltra en Castelló

Considerado el hombre de Mónica Oltra en Castelló, Mulet proviene, como la lideresa de Compromís, de Esquerra i País, corriente escindida de IU y germen de Iniciativa, el partido de Oltra. Funcionario con plaza en Vila-real, concejal en Cabanes (donde gobierna precisamente en alianza con el PSOE), ha impulsado numerosas denuncias contra Francisco Martínez, el que fue mano derecha de Carlos Fabra, quien se refería a él despectivamente como «el del pendiente». Los mejores resultados de su formación en el ámbito local siempre han llegado cuando Mulet no ha sido número uno.

«Me llaman asqueroso y zombi»

Ayer, Mulet aseguró que volvería a romper la foto de Díaz y denunció que desde la bancada socialista le insultan. «Me han llamado payaso, mamarracho, asqueroso y zombi muchas veces», desvela Mulet, quien no piensa disculparse si Díaz no retira la frase de «izquierda inútil» que profirió, entre otros a Compromís, socio del PSPV. «Si te agreden no vamos a poner la otra mejila», responde tajante el senador, que asegura que su reacción fue fruto del acaloramiento del debate ya que no tenía previsto romper la foto. Dice que escuchó desde la bancada socialista «qué asco» y por eso replicó: «¿Qué asco? Sí, qué asco de señora...», en referencia a Díaz.

El asunto no va a quedar olvidado. El PSOE presentará una queja formal y hasta Pedro Sánchez salió en defensa de Díaz, quien ayer volvió a llamar a Compromís «izquierda inútil» y acusó a Mulet de «embrutecer» la política.

También Isabel Bonig se sumó al asegurar que lo ocurrido era poco democrático y machista y el portavoz de Compromís, Fran Ferri, dijo que él no hubiera roto la imagen.