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Propuesta

La ley de paridad obligaría a cambiar 18 hombres en los entes estatutarios

Solo la Sindicatura de Comptes tiene en la actualidad una composición equilibrada entre hombres y mujeres

La proposición de ley para lograr la paridad en la composición de los órganos de entes estatutarios informada favorablemente el pasado viernes por el Consell supondría, de ser aprobada, una auténtica revolución en las citadas instituciones.

El preámbulo de esta ley impulsada por el tripartito recoge que el actual reparto de sillones «está lejos de responder al principio de paridad entre hombres y mujeres». Y esta afirmación no es gratuita. De hecho, para cumplir con la presencia equilibrada de ambos sexos en las seis entidades afectadas -Sindicatura de Comptes, Consell Jurídic Consultiu (CJC), Síndic de Greuges, Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), Consell Valencià de Cultura (CVC) y Comité Económico y Social (CES)- habría que sustituir al menos 18 cargos que en la actualidad ocupan varones y situar en su lugar a otras tantas mujeres.

Y es que, según la revisión realizada por este diario, sólo la Sindicatura de Comptes cumple con el principio de paridad recogido tanto en el Estatut d'Autonomia como en las leyes de género, tanto a nivel nacional (ley de 2007), como autonómico (ley 9/2003 de la Generalitat). El resto, bien no alcanza el 50 % de integrantes masculinos y femeninos cuando la composición del órgano es número par; bien no responde a la proporción 40/60 cuando el número de integrantes es impar.

Para corregir normativamente esta situación de desequilibrio, los grupos parlamentarios de Compromís, PSPV y Podemos registraron hace unos meses una proposición de ley para modificar una por una todas las leyes que regulan el funcionamiento de los órganos estatutarios. La idea es que conforme tenga lugar la renovación, rija por ley el principio de paridad.

La iniciativa fue planteada coincidiendo con la controversia desatada a cuenta de la renovación del Consell Jurídic Consultiu. Tal como informó en su momento este diario, la aprobación de la propuesta de los tres miembros elegidos por las Corts saltó por los aires porque la terna estaba formada solo por hombres. Ninguno de los tres grupos que proponían candidato (Ciudadanos, PP y Podemos) propuso una mujer ni quiso cambiar su propuesta.

Para intentar salvar un acuerdo que llevaba meses bloqueado por otros motivos, PSPV, Compromís y Podemos pusieron encima de la mesa blindar por ley la paridad para futuras elecciones. PP y Ciudadanos, sin embargo, se negaron a avalar el documento (su apoyo es clave ya que los cambios en las instituciones estatutarias requieren de mayoría cualificada) y el tripartito, bajo una presión considerable del movimiento feminista, retiró la votación del Jurídic, que sigue pendiente de renovación.

Además, de haberse votado a los tres candidatos, las Corts habrían incumplido su propio reglamento que le obliga a incorporar cuotas de género. El reglamento se modificó ad hoc después del bochorno de una primera Mesa de las Corts sin una sola mujer.

Un repaso por la composición de los seis entes citados evidencia que la desproporción en materia de género es una constante. El punto de partida, además, es que ninguna de las seis entidades está presidida por una mujer. Tampoco la composición es equilibrada. En la Sindicatura de Greuges los dos adjuntos son varones y en el CJC hay dos consejeras frente a tres consejeros (son seis miembros, por lo que faltaría una fémina). El mayor desequilibrio está en la AVL (tres mujeres de 21 componentes) y en el Consell Valencià de Cultura (5 de 21).

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