«España se rompe por los Presupuestos Generales del Estado», dijo la vicepresidenta del Consell Mónica Oltra. Y el PP valenciano también parece resquebrajarse por el mismo sitio. Una moción para denunciar los presupuestos de Mariano Rajoy de 2017 presentada ayer en el pleno de la Diputación de València ha acabado avivando un fuego que parecía sofocado y que vuelve a enturbiar las relaciones entre la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, y la dirección nacional. Y todo ello, en medio de la batalla abierta por el liderazgo en la provincia de València.

El origen del conflicto se encuentra en la moción debatida, una copia literal de la declaración institucional aprobada por las Corts en abril con el respaldo de todo el grupo popular y la firma de la síndica, Isabel Bonig. La decisión de Bonig le valíó a la lideresa un serio correctivo por parte de la dirección nacional, a quien sorprendió desagradablemente que el PPCV pusiera en entredicho su proyecto presupuestario. Tal fue la reprimenda que Bonig tuvo que rectificar y los parlamentarios del PP no acudieron al acto de desagravio convocado por Enric Morera el pasado 25 de abril en las Corts.

Cuando este conflicto parecía apagado, ayer el grupo popular que lidera Mari Carmen Contelles decidió avalar la moción presentada por el grupo socialista, Compromís, Ciudadanos, València en Comú y Esquerra Unida. Se da la circunstancia de que Contelles está considerada en el PP (y también por Génova) como la candidata oficiosa de Bonig para disputar la presidencia al actual presidente, Vicente Betoret.

La dirección nacional intentó apearla de la carrera, pero Contelles se plantó. Justo esta semana debía acudir a Madrid junto con Betoret y una tercera aspirante (María José Penadés) para llegar a un consenso y desbloquear un congreso provincial que tiene dividido al partido.

De ahí que cuando la noticia del nuevo desaire a las cuentas llegó a Madrid, se daban todos los mimbres para un nuevo incendio. Según ha sabido este diario, la dirección regional tuvo que dar explicaciones sobre la posición de Contelles, que a la sazón es vicesecretaria de organización en el PPCV.

Cabe apuntar que el debate de ayer no podía pillarle por sorpresa. Iba a presentarse el mes pasado, pero el tripartito la retiró porque el PP le pidió más tiempo. Los populares pretendían consensuar con un nuevo texto en el que se recogiera también la moción que el PPCV está impulsando para contrarrestar la del agravio y que centra sus reivindicaciones en la Generalitat.

Sin embargo, el acuerdo no se alcanzó y el PP plasmó sus «peros» en una moción aparte en la que destacaban la «necesidad de ejecutar la totalidad del presupuesto de la Generalitat» y que no salió adelante por falta de apoyos. Pese a ello, dieron su voto al texto que refleja el «absoluto rechazo» a las cuentas de Rajoy. Así, los diputados del PP votaron, a excepción de Beatriz Simón, quien decidió salirle del hemiciclo para mostrar su desacuerdo.

Beatriz Simón se salió del pleno

«No deberíamos haber apoyado esa moción, es entrar en el juego de la izquierda. Sobre todo después de que haya venido el ministro y se haya comprometido a una inversión millonaria», explicó a Levante-EMV. «Nadie de Génova me ha llamado, y no me parece romper la disciplina de voto», indicó Simón, quien tiene su particular enfrentamiento con Bonig a cuenta de las líneas rojas. Simón es una de las concejalas imputadas en Taula y se niega a dejar el escaño. Se la considera afín a las posiciones de Betoret en la provincial de Valencia.

Pero la indignación también era mayúscula en la dirección regional que ayer acusó al entorno de Betoret de haber alertado a Génova para sacar rédito de cara a la batalla provincial. Con todo, admitían que quizás el grupo popular podría haber salvado la situación con una abstención.