La portavoz del PP en las Corts y presidenta del partido en la Comunitat, Isabel Bonig, se reunió ayer con el ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, y el secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, «para defender los intereses de los padres y madres que quieren elegir libremente la educación y la lengua en la que quieren educar a sus hijos» ante «el ninguneo» del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el conseller de Educación, Vicent Marzà, a las reivindicaciones de las familias valencianas que salen a la calle «de forma constante», ha informado el PP en un comunicado.

Bonig, que estuvo acompañada por las diputadas Eva Ortiz y Beatriz Gascó, transmitió al ministro que considera «muy grave que un partido radical como Compromís sea quien controle la educación» en la Comunitat Valenciana. En primer lugar, enumera, por el «adoctrinamiento al pretender imponer un único modelo de pensamiento en las aulas»; porque «se da un atentado a la legalidad»; por «perpetrar un ataque a las libertades sin precedentes en la historia» y por «actuar a imagen y semejanza de Cataluña con el modelo lingüístico que proponen, con la imposición del valenciano a familias y funcionarios y con la defensa de los Països Catalans».