A la vieja usanza. El terremoto provocado por el mayor ciberataque global de la historia, que ha sacudido a más de 50.000 organizaciones en un centenar de estados, ha devuelto en el túnel del tiempo a los funcionarios de la Ciudad de la Justicia de València. Como hace un siglo, los trabajadores en funciones de guardia se encontraron ayer en la tesitura de tener que emplear papel y bolígrafo para redactar a mano las diligencias de los procedimientos.
Las medidas preventivas de seguridad implantadas por el Centro de Seguridad TIC (CSIRT-CV) de la Comunitat Valenciana para blindar los equipos y proteger la información sensible del código malicioso «WannaCry» se tradujeron en un parón informático que restringió el uso de los ordenadores para conectarse a Internet y vetó la utilización del correo electrónico -principal vía de contagio- prácticamente en todo el organigrama de la Generalitat.
El viernes, cuando se tuvo conocimiento del ataque, se constituyó un gabinete de crisis en el CSIRT-CV. Dentro de los controles extraordinarios impulsados en coordinación con todos los departamentos autonómicos, se desconectaron los equipos para evitar la entrada o salida de archivos adjuntos.
Los funcionarios de Justicia recibieron el viernes una alerta de la Dirección General de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones que les informó de que se les iba a denegar el acceso a los recursos compartidos. El aviso advirtió de que el corte podía hacer que algunas aplicaciones dejaran de funcionar.
El fundido analógico obligó a los trabajadores a resolver trámites haciendo uso de métodos tradicionales. Una situación excepcional que aumentó el papeleo y dificultó las tareas más cotidianas, como por ejemplo la solicitud de antecedentes penales de un detenido, según las fuentes consultadas ayer en el juzgado.
La suspensión de la administración electrónica en plena era digital provocó no pocos quebraderos de cabeza y frenó por momentos la actividad judicial. Algunas declaraciones también se tuvieron que registrar de puño y letra. Es lo que le ocurrió a una juez que casó de urgencia a una pareja «in articulo mortis» en el hospital en el que se encontraba el marido ingresado, a punto de fallecer.
Desde la Conselleria de Justicia admitieron ayer que la parada informática afectó más a éste que a otros departamentos, puesto que se extendió a las dos plataformas informáticas empleadas por los funcionarios: Lexnet y Punto Neutro, otras posibles vías de entrada del virus. Estas fuentes, en cualquier caso, descartaron incidentes relevantes e hicieron hincapié en que sí podía trabajarse en los ordenadores -excepto para entrar en el correo- y en que ningún aparato resultó afectado.
«Sin incidencias» en Sanidad
La seguridad también se extremó en el organigrama sanitario, otra área especialmente sensible: había que salvaguardar la privacidad de los pacientes y garantizar el funcionamiento adecuado de los hospitales y centros sanitarios para que no se reprodujera lo ocurrido en el Reino Unido, donde 48 hospitales sufrieron el ataque y tuvieron que suspender citas de urgencias. Una prueba de la vulnerabilidad de los sevidores públicos.
Desde la Generalitat recalcan que la actividad transurrió «sin incidencias» en el ámbito sanitario, pese a las molestias derivadas de las recomendaciones de seguridad. Los funcionarios de la administración sí pudieron acceder con normalidad a la Intranet y la Red de datos Arterias, que conecta a más de 450 centros sanitarios y administrativos en la C. Valenciana, funcionó sin problemas.
Fuentes oficiales observan que las medidas de prevención adoptadas por el CSIRT-CV han permitido que los sistemas informáticos de la administración autonómica no hayan sufrido daños. Aunque el ciberataque se dio ayer por controlado y no se registraron nuevas infecciones en sueño español, el protocolo de seguridad en la Generalitat se mantiene hasta que lo decida el gabinete de crisis del Centro TIC, adscrito a la Conselleria de Hacienda.
Los ministerios y organismos dependientes de la Administración del Estado también adoptaron como medida preventiva la desconexión de equipos informáticos, tras el ataque que ha afectó a varias compañías españolas. Fuentes del Ministerio de Energía indican que se pidió al personal que desconectaran sus ordenadores. No se registraron incidentes.
