La coordinadora de los centros de acogida de menores de la Orden Terciarias Capuchinas, Regina del Peral, intuye que el cierre de las instalaciones de Segorbe responde a una «venganza» de un trabajador despedido días antes de que la Generalitat tomara la decisión. Del Peral indicó que han pedido «por escrito» a la Administración el informe que llevó al cierre del centro, por una decisión que considera «unilateral», y las denuncias presentadas por menores y sus padres, aún sin respuesta. «Me huele a venganza», señala la coordinadora, que explica que un trabajador del centro despedido amenazó a la directora «con cerrar el centro» y cinco días después «fueron a por los niños y empezaron a aparecer denuncias».