El próximo 19 de junio de 2017 finaliza la concesión administrativa de la que dispone el Club Náutico de Altea para funcionar como lo viene haciendo desde 1977.

La institución necesita la renovación de la concesión por parte del Consell para poder seguir realizando sus funciones y actividades deportivas. Desde el año 2000, en que expiró la primera concesión, los dirigentes del Club han solicitado a los gobiernos autonómicos volver a iniciar el proceso de renovación.

«Ese 19 de junio está ahí y nosotros no sabemos nada. No responden», señala José Román Zurutuza, presidente del Club. Ahora, el Club Náutico de Altea teme por su supervivencia. «Estamos al borde del precipicio, lo que resulta incomprensible cuando compruebas que personalmente y en ocasiones manifiesta y públicamente, recibimos el apoyo de toda la clase política local y autonómica. No sabemos qué pasa, por qué tanta dilación ni por qué se ha llegado a la fecha límite para la renovación sin tener ningún resultado».

Asimismo, la entidad recuerda que la certificadora Aenor concedió su certificado de calidad al Club por la mejora de su sistema de gestión de calidad y medio ambiente. Es por eso que no entienden por qué la Generalitat continúa «indiferente» ante la «situación de inestabilidad» que vive el Club, ya que, según explican, la concesión está sujeta a un proceso de renovación negociada que se «alarga durante lustros» e «impide» modernizar las instalaciones.