Tras la derogación de la reválida final de Bachillerato que la Lomce marcaba desde un principio y los pasos hacia atrás del Gobierno, al final la Selectividad del curso 2016-17 poco variará de la de los últimos años. La Comunitat Valenciana se encuentra entre las primeras autonomías que convoca a sus alumnos a las PAU (Pruebas de Acceso a la Universidad), que empezarán el martes y finalizarán el jueves que viene en las diferentes sedes de las universidades públicas valencianas.

De todas las asignaturas de las que se pondrán a prueba los jóvenes (cinco de la fase obligatoria y cuatro optativas), las tres troncales de modalidad cobran especial importancia: Matemáticas (las del Bachillerato científico y las aplicadas de Ciencias Sociales), Latín y Fundamentos de Arte, ya que ponderan el doble que el resto.

La calificación de estas asignaturas -cada una de su correspondiente modalidad de Bachillerato- se utiliza dos veces: para calcular la media de las cinco de la fase obligatoria; y también de la de las optativas de la fase específica, que posibilitan que la nota final para acceder a la universidad llegue a 14. Por primera vez, los estudiantes del Bachillerato de Ciencias de la Salud deben examinarse de forma obligatoria de Matemáticas, hasta este curso optativa para ellos en las PAU.

«Es lo mismo que se ha dado siempre, al final los dos temas de probabilidad y estadística que marcaba la Lomce no entran», explica Onofre Monzó, presidente de la Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas. «Los alumnos no deben preocuparse, los problemas son muy previsibles y del mismo estilo que siempre», asegura Monzó. Así que aconseja controlar los nervios para no equivocarse en cálculos sencillos, que aunque no invalidan todo el ejercicio sí están puntos, y repasar los ejercicios de clase y las pruebas de años anteriores, disponibles en internet.

Sobre la prueba de Latín existen discrepancias entre el profesorado. Un grupo de profesores se muestran partidarios de dejar de lado el análisis morfosintáctico, que «dificulta el aprendizaje», y apostar más por hablar en latín o comentar textos en clase. «Hay discusiones tremendas en contra del modelo establecido», explica un profesor a Levante-EMV.

«Para muchos docentes se examina según un método obsoleto, sobre todo en la Comunitat Valenciana», uno de los territorios más novedosos en las clases de la lengua clásica, afirma. «El latín abre puertas, permite un entendimiento asombroso del carácter humano», asegura, por lo que lamenta que la Selectividad «desvirtue totalmente el latín».

No obstante, los profesores creen que «algo se está haciendo bien» en Bachillerato, cuando Filología Clásica en la Universitat de València es una de las que más alumnos tiene en primero de toda España, a veces superando a la Complutense de Madrid.

Los profesores ven, en general, bien preparados a los alumnos que han aprobado el curso, pero «Selectividad no se trata de aprobar o no, porque la inmensa mayoría aprueba; se juegan entrar o quedarse fuera de la carrera que les gusta por unas décimas», matiza Monzó.

Como recordatorio, en el examen de Matemáticas solo se aceptan las calculadoras científicas, no las gráficas; y en Latín se puede usar el diccionario.