El Síndic de Greuges ha realizado un duro informe en el que concluye que la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar) discrimina por razón de sexo en las retribuciones a sus técnicos superiores.

En concreto, censura a la entidad, dependiente de la Conselleria de Medio Ambiente, por pagar mayores complementos de destino a los hombres que a las mujeres por el mismo trabajo. El informe nació de una denuncia de varias trabajadoras y la Epsar defendió que las variaciones de salario no son por el género, sino por las funciones.

La queja inicial ante la Sindicatura de Greuges denunciaba que las técnicas superiores de la Epsar tienen asignado en un grupo A un complemento de destino 13, «situación salarial que no se da del lado de los técnicos superiores hombres de la entidad de saneamiento».

«Del colectivo de trabajadoras técnicas superiores de la Epsar, más de la mitad percibe retribuciones a nivel de complemento de destino mínimo que marca el Decreto 33/1999 del Consell para un técnico de grupo A, e inferiores también a los complementos de destino que perciben sus compañeros técnicos superiores de esa misma entidad», concluía la queja.

El órgano consultivo de la Generalitat -equivalente al Defensor del Pueblo del Estado- aceptó la demanda de las trabajadoras y pidió a la Epsar que justificara y presentara sus alegaciones. La entidad defendió que las diferencias salariales «no son por razón de género, pues la clasificación se predica del puesto, con independencia de quien lo ocupe».

Es curiosa y llama poderosamente la atención esta contestación de la Epsar porque cuando este periódico reveló una subida generalizada de sueldos en la entidad en diciembre de 2015, la misma Epsar alegó que era para equiparar los salarios entre hombres y mujeres en la entidad.

Incluso la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, aseguró en una rueda de prensa que éste era el motivo real. Una contradicción de argumentos importante respecto a lo que mantiene ahora la entidad para negar a la Sindicatura de Greuges que existe discriminación por razón de sexo.

En aquella ocasión, y como contó Levante-EMV, el incremento de emolumentos era de 150.000 euros e incluía grandes subidas para los directivos de la entidad, todos nombrados en la etapa del PP.

Enrique Lapuente, actual gerente elegido por Compromís, no ha atajado esta situación en los casi dos años al frente de la entidad pública.

Tras observar las alegaciones de la Epsar, el síndic concluye que «para el caso concreto de la presente queja entendemos que no ha quedado suficientemente acreditado cuáles son las circunstancias particulares que justifiquen que determinados puestos de trabajo de técnico superior de la Epsar tengan un complemento de destino diferente».

Y realiza varias recomendaciones, entre las que se encuentra «la aplicación del principio constitucional de igualdad eliminando las diferencias de trato que carecen de justificación objetiva y razonable». Además pide que incremente los complementos salariales con niveles inferiores a 20, en este caso los diez ocupados por trabajadoras.