Alejandro Jaén, el ciclista fallecido este domingo al ser atropellado en la N-332 en Oliva por un conductor que dio positivo en el test de drogas, era sin duda un amante del ciclismo prácticamente desde que aprendió a caminar. No en vano fue su padre, Vicente Jaén, entrenador de l´Escola de Ciclisme de Benissa, quien le inculcó el amor por este deporte.

El padre de Alejandro es natural de Senija y trabajaba como alguacil en el ayuntamiento de la localidad. Ahora está jubilado y vive junto a su mujer Josefa, en el domicilio familiar.

Alejandro tiene dos hermanos y una hermana pequeña. Según el alcalde de Senija, Josep Ivars, «son todos unos vecinos excelentes y muy queridos por todos los vecinos de la localidad».

Álex, como le conocían los compañeros de ruta, nació en la localidad alicantina de Senija pero tras casarse, se trasladó a vivir a Benissa, lugar de donde es originaria su mujer y donde trabajaba en la carpintería metálica «Mañans, S.L.» junto a su esposa y sus suegros. Alejandro deja viuda y un hijo de cuatro años.

La gente que le conocía coincide en describir a la víctima como una persona «muy respetuosa y muy buen chaval», según comentó un amigo de la víctima y propietario de una tienda de ciclismo que le proveía de artículos relacionados con su afición.

Alberto Cardona coincidió con Alejandro por motivos laborales. «Yo trabajo para una compañía constructora y la empresa de Jaén era la que nos hacía los trabajos de carpintería metálica. Un verdadero profesional y muy cumplidor», destacó Cardona.

Entierro esta martes

Alejandro será enterrado este martes en Benissa a partir de las 18.30 horas. Una comitiva de ciclistas acompañará al féretro hasta el cementerio.