El exgerente de Emarsa y uno de los principales acusados del caso que investiga el saqueo de la depuradora de Pinedo, Esteban Cuesta, continúa erosionando su credibilidad. En una maniobra de última hora por escrito y tras haber declarado ya en el juicio hace varias semanas, Cuesta ha modificado una vez más su versión de los hechos.

Esta vez para exculpar al exgerente de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar) José Juan Morenilla y cargar contra el que fue jefe de explotaciones de la Epsar, Ignacio Bernácer, quien ya ha reconocido algunos delitos y certificó la presunta trama de los lodos.

La nueva declaración de Cuesta, presentada por escrito la pasada semana ante el tribunal, se asemeja a la versión que dio en el juicio Morenilla, sobre todo en cuanto a culpabilizar a Ignacio Bernácer de orquestar una red de políticos y técnicos de la Epsar para desviar hasta 11 millones de euros del tratamiento de fangos a través de hinchar el precio. Y es que Bernácer confesó participar de esta trama en la que presuntamente se repartieron dinero, pero al nivel de Morenilla o el propio Cuesta.

En el escrito, que el exgerente de Emarsa califica de «aclaración», asegura que «para que no haya ningún género de duda, el señor Morenilla Martínez nunca ha recibido tarjeta de crédito, ni dádivas, ni dinero, ni derechos sobre bienes, provenientes de mi persona de la que pudiera deducirse haber comprado sus favores, ni viceversa».

Esta versión contrasta con la que defendió en fase de instrucción y en su declaración ante el tribunal, donde se autoinculpó por haber repartido comisiones a Morenilla, Bernácer y al que fuera presidente de Emarsa y vicepresidente de la Diputación de València, Enrique Crespo.

Además, añade Cuesta en su escrito, «no es cierto que el señor Morenilla me haya dado nunca instrucciones sobre el reparto de dinero ni sobre los precios de tratamiento que debía aplicarse en Pinedo ni sobre qué empresas contratar». Y añade: «Mi interlocutor en la Epsar era Ignacio Bernácer, quien imponía unánimemente los precios de tratamiento de lodos y todo lo demás».

Esta declaración exime de cualquier responsabilidad a Morenilla de las que le había imputado Bernácer, el propio Cuesta y otros acusados. De hecho, en su declaración, Morenilla acusó a Bernácer de orquestar la trama de los lodos a sus espaldas y aseguró sentirse engañado por el que fue su número dos en la Epsar durante los años del saqueo de la depuradora de Pinedo.

Esteban Cuesta también exime a Morenilla de cualquier pacto en las comisiones de seguimiento en la que se aprobó el incremento del coste de tratamiento de lodos que permitió desaviar dinero. «Jamás traté nada extraño en las comisiones de seguimiento, a mí me lo imponía Bernácer pues alegaba que Morenilla estaba muy ocupado. Nunca traté de dinero B con el señor Morenilla, me lo imponía Bernácer», declara por escrito.

Un nuevo giro al caso si el tribunal se cree la nueva versión de uno de los principales acusados.