Como cada lunes, los «iaioflautes» de València se reunieron ayer en la plaza de la Virgen de València para protestar contra la violencia machista y en defensa de las pensiones, de la sanidad y la educación pública, entre otros asuntos. Sin embargo, la concentración de ayer cobró más fuerza de la habitual. Entre sus participantes estaba, como siempre, Ramón Alcañiz, uno de los «iaioflautes» originales.

El viernes recibió por primera vez en seis años de activismo una denuncia: 600 euros por «proferir insultos y amenazas» a representantes de la plataforma Hazte Oir,que hace unos meses fletó un autobús que recorrió las principales ciudades de España con el lema tránsfobo «Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen» (aunque a su llegada a València el pasado 31 de marzo el lema había sido adaptado para evitar que el vehículo fuese inmovilizado, como ocurrió en Madrid).

«Estaba por la plaza del Ayuntamiento cuando vi cámaras y movimiento, por lo que me acerqué. Entonces vi que se trataba del autobús de Hazte Oir», relata a Levante-EMV Alcañiz, que en septiembre cumplirá 71 años. Eran pocos los manifestantes, explica. Junto a él, ha sido denunciado también otro activista LGTBI, Fran Pardo, a quien en el vídeo que publicó este diario en su edición digital aquel día se observa sosteniendo una bandera arcoiris y gritando a los miembros de Hazte Oir que no son «nadie para decidir sobre el derecho de las personas».

Lo achacan a la Ley Mordaza. «Nos quieren calladitos, mientras nos roban millones y millones. Lo tienen todo bien montado, quitan y ponen jueces y fiscales a su antojo y mientras aprietan al pueblo para que no levante la voz», lamenta Alcañiz, camionero jubilado que se sumó al movimiento «iaioflauta» cuando éste comenzaba a gestarse en la plaza del Ayuntamiento durante el 15M.

Según se recoge en la denuncia, que le llegó el pasado viernes a su domicilio de Benimàmet por correo certificado, el motivo de la sanción es «perturbar» el desarrollo de la rueda de prensa y acto en el consistorio del cap i casal, donde la teniente de alcaldía Sandra Gómez indicó a los representantes de Hazte Oir que no eran bienvenidos.

«Yo no insulté a nadie. Simplemente les llamé xenófobos, racistas, sinvergüenzas y embusteros. Les dije que no eran bienvenidos aquí», se defiende Alcañiz, a quien también se observa en el mismo vídeo dirigiéndose a los miembros de la plataforma ultracatólica. «Les seguimos desde la plaza del Ayuntamiento hasta la de la Virgen, y allí la policía nos pidió la documentación y nos retuvo más de media hora». En aquel momento no lo sabía, pero les estaban multando.

Reforma de la ley mordaza

Recuerda que hace tres años, en los orígenes de la Ley Mordaza, ya se sancionó a uno de los «iaioflautas» durante una protesta. «Recogimos el dinero y entre todos la pagamos», cuenta. En esta ocasión la respuesta ha sido idéntica. Ayer se hizo un llamamiento a «iaioflautes» de localidades cercanas y otros colectivos sociales para que se unieran a la protesta. «Los compañeros ya me han dicho que reuniremos el dinero», explica el jubilado, quien deja un silencio cuando piensa en el hueco que dejarían esos 600 euros en su pensión.

Con todo, la idea es recurrir. Los letrados le han recomendado que de momento baje la intensidad de acciones puntuales contra objetivos concretos, como el caso de la plataforma Hazte Oir. «Pero no pienso dejar el activismo. No me van a callar. Voy a continuar saliendo a la calle todas las semanas para luchar contra la ley mordaza, los recortes en las pensiones, en la sanidad y en la educación pública», reivindica el afectado, quien lamenta que la denuncia venga de la policía y «ni siquiera de Hazte Oir».

Como explicó ayer Compromís, la Ley Mordaza se encuentra en proceso de reforma parlamentaria. De hecho, una de las iniciativas aprobadas propone derogar las sanciones por perturbar y obstaculizar la vía pública, motivo esgrimido para multar a los afectados.