Mide y registra cómo se producen las maniobra de adelantamientos a bicicletas. Sin embargo, el estudio no está ideado para «cazar» al infractor, sino para «proponer» criterios que sirvan «para escoger» la anchura del arcén, el número de carriles o las características que deben tener las carreteras más frecuentadas por ciclistas para aumentar la seguridad de los mismos. Con este objetivo, el Grupo de Ingeniería de Carreteras de la Universitat Politècnica de València ha diseñado una bicicleta instrumentalizada que registra de qué forma se produce la interacción entre los vehículos motorizados y las bicicletas. El vehículo -expuesto en la VII Feria de los Inventos de la UPV «Repensat i fet» junto a una veintena más de proyectos- captó ayer todas las miradas en un momento donde la actualidad refleja una serie de accidentes mortales de ciclistas en carreteras valencianas que lejos de disminuir, aumenta.

Pero ¿cómo mide una bicicleta el adelantamiento que realiza un coche, una moto, una furgoneta o un camión? Con la tecnología como aliada. Así, el grupo de investigadores (siete españoles y dos internacionales) ha incorporado a la bicicleta convencional dos videocámaras de alta resolución dotadas con sistema de posicionamiento GPS (con las que se registra la maniobra de adelantamiento); un velocímetro láser (cuya función es registrar la velocidad relativa a la que circulan los vehículos motorizados respecto a la bicicleta en el adelantamiento); y un pulsador, con el que el ciclista registra el nivel de riesgo percibido durante la maniobra.

«Empezamos el proyecto hace tres años con el objetivo de mejorar la seguridad de los ciclistas. Se trata de tomar datos sobre los adelantamientos que se producen para analizar la velocidad, las distancias y la tipología de la carretera. No damos nada por sentado. No se trata de prejuzgar al conductor. Recopilamos los datos para un análisis posterior tras iniciar la última fase del proyecto desde enero de este año», aseguraron ayer Francisco Javier Camacho y Griselda López, del grupo de investigación en ingeniería de carreteras del Instituto de Transporte y Territorio de la UPV que dirige Alfredo García. Además aseguraron que la Dirección General de Tráfico (DGT) ya se ha interesado por un proyecto que puede despejar muchas dudas sobre la seguridad vial de los ciclistas, los puntos negros de las carreteras y las soluciones a abordar.