El vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez Maillo, ha comunicado hoy en persona al presidente del PP de la provincia de Valencia, Vicente Betoret, la decisión de la dirección nacional de apartarlo del cargo y constituir una gestora que se haga cargo del partido al menos mientras se calme la guerra interna desatada a cuenta del congreso provincial. Era la solución que la dirección regional que lidera Isabel Bonig había solicitado a Génova tras constatar su imposibilidad de que las partes enfrentadas (Betoret y la candidata oficiosa de Bonig, la portavoz de la diputación del PP, Mari Carmen Contelles) llegaran a un acuerdo que permitiera celebrar el congreso.

La medida supone, sin lugar a dudas, un revés en toda regla para Betoret, quien se queda fuera del aparato y muy debilitado para, cuando llegue el momento, aspirar a dirigir de nuevo el partido. Fuentes conocedoras del encuentro, que tuvo lugar en Madrid tras la votación en el Congreso de la moción de censura a Mariano Rajoy, Betoret no plantó cara a Maillo a quien aseguró que no tenía apego al cargo. Ahora bien, expuso su exigencia de que la gestora no se eternice y que, a ser posible después del verano, organice el congreso provincial. Betoret mantiene intacto su interés de ser candidato. Fuentes del entorno de Betoret indicaron que Maillo también comparte la idea de Betoret de que la gestora tenga fecha de caducidad y, según esas fuentes, se comprometió a activar las votaciones “en unos meses” y cuando las aguas se calmen.

Según fuentes del partido, Maillo se ha reunido con Bonig también en los últimos días para, tal como él mismo anunció, atar los flecos de la gestora. Maillo se ha comprometido hoy con Betoret a que al frente de la comisión gestora habrá una persona independiente que garantizará la neutralidad de la dirección provisional y del próximo congreso. El elegido es el diputado nacional y ex alto cargo de la Generalitat Rubén Moreno, persona próxima a la dirección de Madrid.

La decisión de Génova es una victoria a corto plazo para Bonig, aunque esta tendrá que lidiar con la mala imagen que supone tener un partido abierto en canal en la provincia y la capital (València) clave para volver a la Generalitat. Es cierto que la solución ha sido buscada a útlima hora por el PPCV al enturbiarse las relaciones con Betoret, pero también que esta idea surgió hace meses de Génova y fue interpretada como una sumisión en toda regla. Por otro lado, el hecho de que Maillo haya convocado primero a Betoret (sin informar a Bonig) para informarle es un gesto que evidencia que el líder provincial sigue teniendo cierto respaldo del vicesecretario de organización.

Ahora está por ver si la gestora se extiende en el tiempo o tiene corta vida. En principio los estatutos permiten a Bonig mantenerla hasta elecciones (12 meses prorrogables), aunque en principio la cúpula regional siempre ha mantenido que su objetivo es una votación en primarias que legitime al próximo presidente o presidenta provincial.