El jefe del Consell se reunió ayer en el Parlamento Europeo de Estrasburgo con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al que reclamó menos burocracia para que las empresas valencianas puedan acceder a los fondos europeos con mayor facilidad, especialmente al millonario plan Juncker. La recepción del responsable europeo a Puig tiene en sí misma el valor de retomar las desgastadas relaciones con Europa tras los tirones de orejas al Consell durante la etapa del PP por el incumplimiento de la construcción de colegios -por el que Europa retiró 150 millones-, el préstamo a la fundación Valencia CF, la manipulación de estadísticas de deuda o el conflicto de la Ciudad de la Luz. Puig insistió en que quiere «izar la bandera de Europa que quedó descolgada en tiempos anteriores».

Tras un fuerte apretón de manos, el presidente de la Generalitat trasladó a Juncker el problema valenciano y le puso sobre la mesa los datos de la renta per cápita de la Comunitat Valenciana y sus doce puntos por debajo de otras comunidades. El hecho de que la UE siga repartiendo fondos -por ejemplo los Feder- en base a unos criterios que sitúan a la valenciana como una región rica es algo que para Puig tiene que cambiar.

Los programas con fondos europeos consideran a la C. Valenciana como una región desarrollada, por lo que se sugirió a Juncker medidas que puedan adaptarse a una realidad que ha cambiado.

El jefe del Consell no se fue de vacío. La Generalitat señaló en un comunicado que el presidente de la Comisión Europea se mostró «comprometido» y dispuesto a «respaldar el proyecto» del corredor mediterráneo. Existen «grandes posibilidades de tener la acogida máxima del plan Juncke», dijo.

Por otro lado, Puig destacó la importancia de que las contribuciones que se realicen para inversiones con créditos europeos no computen en el cálculo del déficit y la deuda, lo que permitiría a la Generalitat acceder a los créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) o a los fondos del plan Juncker sin riesgo de ver incrementado su déficit, ya de por sí asfixiante. El grupo socialista europeo presentó una enmienda en este sentido que fue rechazada recientemente.

La jornada maratoniana del presidente de la Generalitat en pos de la reconciliación con Europa empezó a primera hora en el aeoropuerto de Luxemburgo para recoger su maleta, que había sido extraviada un día antes en el aeropuerto de París junto a las del resto de la delegación valenciana. Se citó con el vicepresidente del BEI, le siguieron dos horas en minibús hasta Estrasburgo para la cita con Juncker tras una comida con eurodiputados socialistas, después realizó una visita a la televisión ARTE, de la que Puig quiere sacar ideas para la valenciana.Para acabar, cenó junto al resto de la delegación con la vicepresidenta Mónica Oltra que también está en Estrasburgo.