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40 años de las primeras elecciones generales

Los debutantes de la democracia

«Hicimos la Constitución que se podía hacer, pero es necesario reformarla», sostienen los diputados de 1977 Bono y Sotillo

Los debutantes de la democracia

No son de los que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor. Creen que la Constitución debería reformarse y que en la Transición se hicieron «cosas bien y otras no tanto». Su conversación pivota entre el alejamiento de la mitificación de aquella época y el rechazo a las críticas absolutas al «régimen del 78» («¿a qué se refieren?», se preguntan). Hablan Emèrit Bono y Antonio Sotillo, dos de los 30 diputados valencianos que tal día como hoy hace 40 años fueron elegidos en las primeras elecciones democráticas de España tras la muerte de Franco y vivieron aquel Congreso constituyente, donde se sentaron las bases de la democracia que estrenaba el país tras cuatro décadas de dictadura.

«¿Sabes la sensación que tiene un interino? Así entramos allí. Sin saber cuánto iba a durar», explica Sotillo, profesor de Derecho en la Universitat de València y cargo electo por el PSOE desde aquel 15 de junio de 1977 hasta 1988, cuando dejó definitivamente la política. Sentado junto a él en el colegio mayor Rector Peset de València, Emèrit Bono, histórico dirigente del Partido Comunista (y posteriormente conseller hasta 1995 con el PSPV-PSOE), recuerda el impacto que producía ver a figuras como Dolores Ibárruri, la Pasionaria, o Alberti, sentados en sus escaños. «Todos los miraban cuando entraban. Era espectacular», cuenta.

«Había que resolver una herencia económica lamentable, al mismo tiempo que se abría el proceso constituyente. Y de fondo, el ruido de sable de los militares. La democracia tenía que dar respuestas a la gente, había una inflación estratosférica, mucho paro», apunta el exconseller. «La gente necesitaba que el nuevo sistema político arreglara la situación. Lo que hoy no consigue nadie», apostilla Sotillo, quien fue elegido por Castelló y aún recuerda los 21.000 km que recorrió con su Renault en 21 días de campaña electoral cuando contaba con 27 años. «A mi me aseguraron que no íbamos a sacar ni un escaño, y salimos dos», rememora con una sonrisa.

Ninguno de los dos se atreve a puntuar a los políticos actuales, aunque muchos de los actuales sí lo hacen a los de su época. «Es lógico. Tienen que construir ese relato. Igual que nosotros rompimos con nuestros mayores y los apartamos, ahora debería pasar lo mismo», exponen. «Aunque los de ahora lo tienen mucho peor. Al mes de terminar la carrera, nosotros teníamos trabajo. Los jóvenes de ahora se tienen que preocupar antes de dónde van a vivir o si van a poder pagarlo. Es una generación muy enfadada. Todos los que se han ido fuera están muy cabreados. Nosotros éramos felices. Sentíamos que estábamos abriendo nuevos caminos», explica Sotillo.

«Régimen del 78»

Respecto a las críticas al «régimen del 78», Bono pide concreción. «Hay dos períodos: del 77 al 79 y del 79 al 82. ¿A cuál se refieren? Los poderes fácticos jugaban un poder muy importante. Ahí Iglesias tiene razón», concede, aunque «muchas de las proclamas del 15M vienen del 78 también, como redemocratizar la sociedad», repone. «Aquello era muy imperfecto, pero se hizo la Constitución que se pudo hacer en aquel momento», defiende Bono. «Se devolvieron los derechos básicos», apostilla Sotillo.

«Pero es necesario avanzar mucho más en derechos. Lo que hay ahora es un retroceso. Hay que dar pasos importantes en temas sociales como la vivienda. La mayoría de demandas del 15M se refieren a leyes, no a la Constitución. Tenemos una legislación de un gobierno conservador. Muy rácana», aclara el jurista. Coinciden en que abrir un proceso constituyente ahora sería «impensable en cualquier país de Europa», pero que asuntos como el territorial o el orgánico (con el futuro del Senado), se deben acometer con prontitud. «Los políticos tienen que entender que están de paso, como estábamos nosotros. Teníamos otros trabajos. Eso es muy importante», indica Sotillo.

«Me preguntaron si veía posible un gobierno PP-PSOE. Es imposible. Son los responsables en gran medida de lo que tenemos ahora. Los partidos tienen que ser flexibles y volver a conectar con la sociedad. Limitación de mandatos también en las formaciones», argumenta Bono con vehemencia. Un consejo que suena casi a petición y que viene de quienes conocen mejor que nadie el sistema, los que estaban allí cuando lo crearon.

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