El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, y los alcaldes de trece municipios de la Safor y la Marina Alta, cuyos municipios atraviesa la carretera Nacional 332, acordaron ayer en Oliva poner en marcha un plan de mejora de caminos y vías pecuarias que pueda desembocar, con el paso de los años, en una red de vías más seguras para los ciclistas.

El anuncio se produjo después de que, en el último mes y medio, cuatro ciclistas, tres de Xàbia y uno de Senija, hayan perdido la vida al ser arrollados por dos personas que conducían bajo los efectos del alcohol y de las drogas, por lo que han sido encarcelados acusados, entre otros, de delitos de homicidio. Ambos accidentes tuvieron lugar a primera hora de la mañana de dos domingos y, por su cercanía y sus consecuencias, han generado conmoción y mucha preocupación.

Este plan no está definido, pero tanto Moragues como el alcalde de Oliva, David González, señalaron que existen caminos que podrían mejorarse para el tránsito de ciclistas, especialmente de aquellos que hacen turismo o van de paseo, dado que los que se dedican a la ruta en carretera generalmente optan por vías más rápidas, como es el caso de la N-332, donde se produjeron los dos trágicos accidentes.

Precisamente por ello, el delegado del Gobierno anunció, con carácter inmediato, una mayor presión de la Guardia Civil de Tráfico en esa zona, montando controles de alcoholemia y drogas los fines de semana, incluyendo la franja horaria de primera hora del día con el fin de intentar detener a quienes salen de las fiestas justo cuando cientos de ciclistas inician su ruta para entrenar o simplemente pasear.

Además, Moragues anunció que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto a disposición de las policías locales dispositivos de control de droga y alcoholemia para que incrementen la seguridad en las zonas de sus términos donde se sospecha que pueda haber conductores que vayan al volante tras haber consumido sustancias prohibidas. Los ayuntamientos que ya han solicitado estos aparatos son Oliva, Burjassot, Cullera, Sagunt, Meliana, San Antonio de Benagéber y la Pobla de Vallbona.

Además, sobre el tramo de la N-332 entre la Safor y la Marina donde se han registrado los últimos accidentes se ha puesto a disposición de los municipios el radar móvil de la DGT para que incrementen el control sobre la velocidad y multen a quienes sobrepasen los límites establecidos.

El objetivo fundamental de la reunión celebrada ayer en Oliva fue la coordinación entre municipios y delegación del Gobierno de España con el objetivo de frenar estos accidentes.

«Habrá un esfuerzo y se intensificarán los controles para actuar en los puntos más conflictivos y cercanos a zonas de ocio donde se consume alcohol», dijo Juan Carlos Moragues, que apeló «al civismo y a la concienciación ciudadana» porque «conducir drogado y bebido es, como se viene demostrando, un arma letal». Pero los alcaldes también pidieron otro tipo de medidas. La de Gata de Gorgos, Magda Mengual, recordó la necesidad de reducir el tráfico por la N-332 convirtiendo la autopista AP-7 en gratuita.

El alcalde de Oliva, anfitrión del encuentro, señaló que todos los alcaldes habían respaldado esa petición, pero los representantes del Gobierno no dieron muestras de que eso se produzca antes de lo previsto, el 1 de enero de 2020. Aun así, el alcalde González consideró positivo este encuentro extraordinario y señaló que los objetivos, entre los que figura sensibilizar a los conductores sobre cómo circular ante la presencia de ciclistas, se habían cumplido.

Actitud de los ciclistas

No solo gobierno y ayuntamientos buscan medidas para que no haya más muertes de ciclistas en la carretera. El vicepresidente de la Federación Valenciana de Ciclismo, Miguel Mora, que también acudió a la reunión, reconoció que, en algunos casos, son los propios deportistas los que tienen que tomar partido en defensa de su seguridad. «No me vale un pelotón circulando por el medio de la carretera», dijo Mora, quien llamó a los ciclistas a ir «de dos en dos, o mejor aún en fila india» o que no circulen grupos «de 200 corredores juntos» porque todo eso dificulta que los coches y camiones puedan adelantarles, lo que, al final acaba generando riesgos.

El representante de la Federación también apuntó a la posibilidad de reducir la velocidad máxima en algunos tramos, en referencia a los coches, y a que los ciclistas pedaleen siempre con atención, evitando los despistes que pueden ser fatales.