Muy lejos de coser las heridas abiertas en los últimos meses, el congreso de exaltación del renacido Pedro Sánchez que los socialistas clausuran hoy en Madrid aboca al socialismo valenciano a una nueva etapa de turbulencias. Todos los gestos y muchas de las imágenes que dejó ayer la jornada central del 39 cónclave federal apuntan en esa dirección.

La puerta de la confrontación ha quedado definitivamente abierta. Habrá batalla en las primarias previas al congreso de país que se celebrará el último fin de semana de julio. Y no serán ni mucho menos un paseo para el presidente de la Generalitat y líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig.

Alentada por el nuevo secretario de Organización, José Luis Ábalos, ayer la acabaron de perfilar los sanchistas en una comida en Madrid. Incluso hubo espaldarazo público al candidato a desafiar a Puig, el alcalde de Burjassot Rafa García, situado en la mesa presidencial congreso. Una imagen con mucha carga política porque su presencia en esa mesa no era ni mucho menos casual. «Es lo que parece», admitían los sanchistas. Y eso que parece es que Sánchez se lanza a por Ximo Puig.

Rafa García se significó ampliamente en el apoyo a Pedro Sánchez en las primarias fratricidas y dio al entonces defenestrado líder la posibilidad de llenar el pabellón de Burjassot justo el día en que Susana Díaz presentaba su candidatura en Madrid. Fue un 28 de marzo, el día en que se evidenció que todos los cargos del PSPV y alcaldes con aspiraciones se habían pasado al susanismo, mientras las bases impulsaban a Sánchez, como las primarias demostraron después. Voces del sanchismo recordaban ayer que en el congreso extraordinario de 2014 fue precisamente Ximo Puig quien formaba parte de la mesa. Ayer lo hizo quien será su rival en las primarias.

Entre los dirigentes del PSPV, el gesto de Sánchez y Ábalos de avalar públicamente a Rafa García contra Puig se interpretó como una declaración de guerra. Aquella segunda oportunidad que aparentemente se dieron hace un mes Sánchez y Puig ha estallado por los aires. Otra reconocida sanchista, la alicantina Antonia Graells se integra en la comisión electoral.

En el entorno del presidente también se asume que habrá confrontación. En privado hubo palabras gruesas contra al sanchismo. «Bonig va a tener en Ábalos a su mejor aliado», decían en referencia a que las primarias debilitarían al presidente y ello beneficiaría a la lideresa del PP, Isabel Bonig. «No han entendido nada, no entienden el partido; no nos han hecho ni una sola propuesta», respondían en el entorno de Ábalos.

Mientras, el presidente de la Generalitat y secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, no acudió ayer a la jornada inaugural del congreso federal que se celebra en el Palacio de Congresos de Ifema en Madrid. No es delegado, pero sí miembro nato como secretario general. Puig acudió al cambio de alcaldía en Almassora y por la tarde recibió al Valencia Basket, campeón de liga de baloncesto. El triunfo vino de perlas a Puig para demorar su llegada a Madrid. Lo hizo anoche para participar hoy en la clausura.

Cuando concluya el congreso federal se abrirá, mañana mismo, el plazo para la presentación de candidatos a primarias valencianas. A Puig le dará réplica Rafa García. Para participar se requiere el 10% de los avales de los 17.000 afiliados. Nada que frene la alternativa. En el entorno de Puig se preparan para la batalla. Creen que ni mucho menos todos los apoyos que tuvo Sánchez en primarias se sumarán a la alternativa contra Puig. Y ponen como ejemplo dos nombres, los del síndic en las Corts, Manolo Mata, partidario de Sánchez, pero ahora leal a Puig, o el del miembro de la nueva ejecutiva federal, Andrés Perelló, con quien Puig también mantiene puentes de diálogo, al contrario que con Ábalos con quien el contacto parece haberse roto. Los sanchistas se quejan de que Puig no ha hecho una propuesta y señalan que podrían comenzar a negociar con, por ejemplo, la secretaría general para Puig y la de Organización, que ahora ocupa Alfred Boix, para un sanchista.

Así, ayer por la tarde tanto entre los sanchistas valencianos desplazados a Madrid como entre los miembros de la dirección valenciana, que se alinearon en las primarias con la rival de Sánchez, la andaluza Susana Díaz, se daba por hecho que la batalla está servida. Los primeros propagan la idea de que Puig bastante tiene con ejercer de presidente del Consell y los segundos sostienen que con la presentación de una alternativa se debilita al presidente de la Generalitat en el ecuador de la legislatura y cuando las encuestas apunta a la reedición del Botànic en 2019.

El congreso queda hoy clausurado. Lo hace alejado del formato clásico para convertirse en un macromitin para unas 8.000 personas con Sánchez como estrella. El lunes la batalla sigue en València.

El alcalde de Burjassot se presenta el lunes

Rafa García presentará mañana mismo en la sede de Blanqueries su candidatura a las primarias del PSPV, según ha confirmado este diario. Un desafío al líder socialista y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a quien los sanchistas han ofrecido la presidencia del partido. En el sanchismo creen que la única salida de Puig es dar un paso atrás y renunciar a la secretaria general para centrarse en el Consell. Pero el presidente de la Generalitat no ve ningún motivo y está convencido de superar el envite y seguir al frente del PSPV.