El valenciano José Luis Ábalos, el nuevo jefe del aparato de Ferraz, se ha convertido en una de las estrellas del congreso federal. Al menos para la militancia. Su participación en el debate de la moción de censura de esta semana en el Congreso ha disparado su popularidad entre las bases como su grado de conocimiento en el panorama nacional. «Me hiciste llorar», le decía ayer una militante mientras le reclamaba para inmortalizar el momento. El valenciano subió al estrado junto a Sánchez durante la aclamación. Tampoco la batalla territorial que se abre ahora en la C. Valenciana por el control del partido pasa desapercibida en el panorama nacional. Se prevé la más intensa.

El congreso federal comenzó con una hora de retraso y con el primer baño de masas para el nuevo secretario general Pedro Sánchez y con ausencias destacadas como la de Ximo Puig, que acudirá hoy al cónclave. Como también llamó la atención el desangelado aplauso que recibió del auditorio el video en el que Felipe González deseaba suerte al nuevo secretario general sin nombrarlo. González se excusó con un viaje a Colombia. Unos minutos antes, Sánchez evitaba sentarse junto al expresidente Zapatero, quien, por cierto, no estará hoy en la clausura, como tampoco su exvicepresidente Rubalcaba ni Susana Díaz, a quien ayer en un corrillo de andaluces seguían llamando «la jefa». Alguno de los valencianos que le juró lealtad se acercó a saludar. Se despedía también la gestora. Su presidente, Javier Fernández, declinó hablar.