La guerra en el socialismo valenciano ha comenzado. El choque de trenes es inevitable. La operación de Sánchez para derribar a Puig es vista por la dirección socialista valenciana como una irresponsabilidad de Ferraz. Pero está decidida y no se detendrá.

?El propio Ximo Puig calificó ayer en Madrid de «ataque» que Sánchez se lance sobre su liderazgo. «Alguien tendrá que explicarlo», respondió a pocos metros del escenario donde el renacido líder socialista era aclamado minutos después por ocho mil seguidores.

Pero, el presidente no encuentra justificación alguna a la decisión de presentarle batalla porque ello debilita su liderazgo como jefe del Consell, remarca.

Por eso no es casual que hoy mismo y unas horas antes de que el alcalde de Burjassot, Rafael García, se lance a la arena en Blanqueries, presente su precandidatura a las primarias del 16 de julio justo en el jardín del Botànic de València, el emblema del pacto valenciano de izquierdas que gobierna la Generalitat. El mensaje que traslada es clarísimo: Se ataca al secretario general del PSPV, pero también al presidente y se pone en peligro el Consell. Con la imagen de hoy busca poner en valor el esfuerzo que ha costado alcanzar la presidencia del Consell.

Puig defendió ayer gestión en el PSPV, puso en valor que los socialistas gobiernen tras 20 años de poder popular y admitió que el PSPV necesita una modernización, aunque él está dispuesto a liderarla. Remarca que siempre ha apostado por la integración y entre sus seguidores se recuerda que José Luis Ábalos es secretario general en València porque se decidió no presentar la candidatura de Toni Such como llegó a plantearse ante el congreso provincial.

Además, algunos barones territoriales, entre ellos el propio Puig, criticaron ayer con dureza lo que consideran una decisión sectaria de Sánchez al excluir del nuevo comité federal de los socialistas a referentes como Eduardo Madina, Elena Valenciano, Antonio Hernando, José Blanco o José María Barreda, citó Efe.

Mientras, los valencianos que destacaron en el proceso de primarias en su apoyo al reelegido secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, no forman ni mucho menos un bloque compacto. Además, desde el grupo que apoyó a Patxi López en las primarias se cuestiona el ataque a Puig. Destacados sanchistas consideran un error la operación.

El síndic del PSPV en las Corts Manolo Mata, reconocido sanchista, no ve motivos para que se cuestione al actual secretario general y considera inoportuna la operación que pone en cuestión al jefe del Consell. Además representantes valencianos en la nueva ejecutiva de Pedro Sánchez califican de precipitada la operación de García y creen que no se han sopesado convenientemente los puntos en contra que puede acarrear. Mata cree que el proceso valenciano y el estatal no guardan ningún mimetismo.

Otro de los que ayer se pronunció fue Ismael Sáez. El secretario general de la UGT-PV, con gran influencia en parte de la militancia del PSPV y crítico en ocasiones con Puig, salió ayer sin embargo su defensa. Lo hizo en una conversación en redes sociales con Aaron Cano, el hombre al que muchos consideran heredero de Ábalos en la ciudad de València. «La venganza como estrategia política seguro que entusiasmará a nuestros votantes», criticó.