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Análisis

Oxígeno para el PP y preocupación para el socio

La fractura en el PSPV da a los populares de Bonig un respiro tras el anuncio de Génova de una gestora en la provincia - Compromís teme que el pulso a Puig afecte a la estabilidad del Botànic

Oxígeno para el PP y preocupación para el socio

La onda expansiva de la fractura abierta en el PSPV ha alcanzado también al principal partido de la oposición y al socio de Gobierno de la Generalitat, aunque obviamente de forma muy distinta.

Podría decirse que los primeros se frotan las manos ya que es sabido que las guerras internas debilitan al contrario, mientras que los segundos empiezan a ver con bastante preocupación las consecuencias que el revés al president Ximo Puig podría tener para la estabilidad del Botànic.

En principio, al PPCV la decisión de Ferraz de alentar una candidatura en contra de Puig les ha traído algo de oxígeno después de varias semanas horribilis donde el foco de los conflictos internos estaban puestos en ellos.

La batalla interna en el PP de la provincia de València que Génova ha optado por solventar con una gestora, no era la mejor de las noticias para una dirigente que dos meses atrás había logrado blindarse como presidenta del partido con un contundente 97% de los votos.

Evidencia que Bonig no ha sido capaz de controlar una de las provincias más importantes desde el punto de vista electoral, donde, además, el avispero del cap i casal sigue activo y sin visos de solucionarse. Ahora bien, la magnitud de la crisis en un partido que gobierna la Generalitat y cuyo principal afectado es el jefe del Consell, deja, al menos de momento, la crisis interna en el PP en segundo plano.

Bonig tiene margen para tratar de tomar el control de la provincia y ganar apoyos y, aunque Génova haya tomado nota, es evidente que no maniobrará contra ella. Salvo cataclismo será la candidata a presidir la Generalitat en 2019.

Por eso, en la cúpula regional ya se ve meridianamente claro que, tal como están las cosas, una sola cosa deben tener en la cabeza: la precampaña electoral. Con la victoria de Pedro Sánchez el escenario político tanto autonómico como nacional se ha complicado y es más incierto que nunca.

Una hipotética derrota de Puig en las primarias dejaría muy tocada la Generalitat y el Botànic. De ahí que los populares quieran enterrar cuanto antes los procesos orgánicos y centrase en su papel de oposición. De momento, la gestora no se constituirá hasta la semana que viene y, aunque hay dudas respecto a su duración en el tiempo, la dirección regional no está por la labor de encarar de nuevo un proceso interno que pueda debilitarles a dos años de elecciones.

La incertidumbre también resulta un dolor de cabeza para Compromís, pero, a corto plazo, ya que una bicefalia o un Ximo Puig debilitado por la militancia es un problema evidente. Al socio de Gobierno, la embestida de Pedro Sánchez les ha pillado con el pie cambiado.

Algunos cargos consultados por este diario admitían ayer que no esperaban que el nuevo secretario general del PSOE fuera a presentar batalla al líder socialista valenciano, al tiempo que asumían que la situación puede acabar afectando al Ejecutivo. «El congreso del PSPV ya está afectando algunas decisiones del Gobierno, que se postergan», admite un alto cargo de Compromís.

Una bicefalia obligaría a sentar en la mesa del Botànic a otra persona y está por ver si el entendimiento logrado con Puig sería extensible a otro secretario general.

Hay quien incluso va más lejos y apunta que en 2019 un cara a cara entre Mònica Oltra y Ximo Puig facilitaría que la presidencia de la Generalitat pasara a manos de la lideresa de Compromís. El cálculo electoral sería diferente, apuntan algunas fuentes, con otro cartel. Ferraz, en caso de ganar la batalla a Puig en las primarias, presentaría al alcalde de Burjassot, Rafa García, como el candidato de la renovación dentro del socialismo.

De momento, desde Compromís apuntan que el objetivo es mantenerse al margen y tratar de apuntalar al jefe del Ejecutivo. No hay intención de entrar en las cuitas internas del PSPV. Así, estos días Compromís sigue con detenimiento las turbulencias en el PSPV, pero ha eludido pronunciarse. Sólo el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, se ha pronunciado estos días a través de un tuit en el que admite que debilitar a Ximo Puig, debilitiaría al Ejecutivo.

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